El inicio del 2025 trae consigo variaciones en los precios de la canasta familiar en Ibagué, generando atención entre los consumidores. Un análisis reciente de la situación en las plazas de mercado de la ciudad revela un incremento notable en algunos productos básicos, impactando directamente el bolsillo de los ibaguereños. Este aumento se atribuye principalmente a factores como el alza en los precios de los combustibles y la escasez de ciertos productos agrícolas, según informan líderes de las plazas de mercado.

Entre los productos que han experimentado un aumento considerable en sus precios se encuentran la piña y el tomate de guiso. 

“La piña se encuentra actualmente entre los 2.800 y 3.000 pesos por kilo, mientras que el tomate de guiso ha alcanzado precios de hasta 2.500 pesos por libra. Este incremento, si bien presenta una tendencia habitual durante esta época del año, se ve exacerbado por el impacto del fuerte verano que azotó el año pasado, afectando las siembras en regiones productivas clave como la Sabana cuniboyacense”, indicó Albeiro Mora, líder de las plazas de mercado de Ibagué.

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A pesar de este aumento generalizado en los precios de algunos productos, no todos los alimentos han corrido la misma suerte. Algunos han logrado mantener su costo, ofreciendo un respiro a los consumidores. Tal es el caso de la cebolla larga, que se mantiene con precios asequibles. Sin embargo, otros productos como la zanahoria enfrentan actualmente problemas de escasez. Mora expresó su esperanza de que la situación se normalice en las próximas semanas con el restablecimiento del transporte y los fletes, lo que considera crucial para lograr una estabilización de los precios en la canasta familiar.

“El panorama también presenta incertidumbre en cuanto a los productos cárnicos. Se especula sobre un posible incremento en el precio del queso y las carnes de res y cerdo. Actualmente, una libra de carne se encuentra entre los 14.000 y 15.000 pesos”, recalcó. De concretarse este aumento, se prevé que podría generar una reducción en el consumo de estos alimentos por parte de los ibaguereños, quienes se verían obligados a buscar alternativas más económicas para suplir sus necesidades alimenticias.