Un alarmante caso de sepsis causada por la picadura de una pulga ha dejado a un hombre de 35 años sin brazos y parte de sus pies. Michael Kohlhof, residente de Houston, Texas, sufrió una picadura de pulga que, sin que él lo supiera, desencadenó una serie de eventos devastadores para su salud.

Todo comenzó cuando Michael notó una pérdida de sensibilidad en los dedos de sus pies y presentó síntomas similares a los de una fuerte gripe. Preocupado por su estado, se dirigió a la sala de emergencias de un hospital cercano en San Antonio, Texas, donde estaba ayudando a cuidar a su madre durante su recuperación de una cirugía en el pie. Lea también: “Tengo hambre, mis papás no me quieren”: niña escapó de su casa para buscar comida

Sin embargo, su condición empeoró rápidamente, y los médicos lo ingresaron en la unidad de cuidados intensivos debido a un shock séptico. La sepsis, una infección grave que se propaga por todo el cuerpo, provocó que sus órganos comenzaran a fallar peligrosamente. Los médicos incluso le informaron a su madre, J'Leene Hardaway, que su hijo podría tener muerte cerebral y que debía despedirse de él.

Se salvó de milagro

Milagrosamente, después de 11 días de lucha, Michael Kohlhof comenzó a mostrar signos de mejoría. Sin embargo, el tratamiento con vasopresores que recibió para mantenerlo con vida causó gangrena seca en sus manos y pies. Los médicos tomaron una difícil decisión y tuvieron que amputarle ambas manos a la altura de los antebrazos y la mitad de los pies para detener la propagación de la gangrena.

Esta drástica medida dejó a Michael sin la capacidad de utilizar sus manos, lo que era esencial para su amor por el arte, su trabajo voluntario en causas sociales y su papel como cuidador de mascotas. Aunque devastado por la pérdida de sus extremidades, su hermano Greg lo alentó a encontrar nuevas formas de ejercer sus pasiones y habilidades a través de su mente. Lea también: La trágica muerte de Lauren: iba en el carro cuando una llanta le cayó encima, ¡tenía 18 años!

La causa de la sepsis de Michael Kohlhof fue el tifus, una enfermedad transmitida por pulgas, que se presenta en climas tropicales y subtropicales en todo el mundo. Esta trágica experiencia sirve como una dura advertencia sobre la importancia de tomar en serio las picaduras de insectos y buscar atención médica adecuada si se presentan síntomas inusuales.

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