¿Cosmética o transformación de Ibagué? (I)

Alberto Bejarano Ávila

Reincido como comentarista sin rehuir la prospectiva y, como ibaguereño, opino que debatir sobre el rediseño de la marca” Ibagué ciudad musical” no sería majadería distractora y hasta procedería, si el municipio capital del Tolima, que solemos confundir con ciudad, viviese una fase cultural, económica, física y anímica realmente evolutiva y por ello en pleno desarrollo.
PUBLICIDAD

De las noticias y anuncios escuchados y leídos sobre las actuaciones de los organismos cuasi legislativos de Ibagué y el Tolima infiero que la innegable inteligencia de sus integrantes está siendo mal utilizada, pues los debates que suscitan deberían enfocarse esencialmente hacia el origen del atraso y la decadencia y cómo transformar a Ibagué y, por efecto al Tolima, y no sobre maquillajes para inducir falsa percepción de eficiencia en la gestión pública, ocultar innocuos desempeños y anticipar afanes electoreros.

Mal podría hacer la anterior observación sin sustentar lo inferido y empiezo recordando que, desde 1905, el municipio de Ibagué fue instituido como capital del Departamento del Tolima y centro administrativo, educativo y político de la región, que tiene una superficie de 1.439 Km2 y alrededor de 100 km2 de área urbana. Como referente para el análisis recuérdese que el Quindío (departamento) tiene una superficie de 1,845 Km2, 28% más que Ibagué y posee 12 municipios con superficie promedio de 153.7Km2, mientras que Ibagué (municipio) tiene 17 corregimientos con área promedio de 78.7 Km2. Se concluye de este liviano atisbo que el territorio ibaguereño podría acoger 9.6 municipios del Quindío y, también, lo relativo de la extensión territorial respecto a la teoría del desarrollo regional, pues Ibagué nunca cumplió su rol de capitalidad en términos cualitativos y de liderazgo para cohesionar a los tolimenses.

Aleatoriamente Intentaré ordenar las urgencias y para ello retomo el asunto de la cosmética de Ibagué para proponer a los ediles, que pronto y de cara a la opinión, debatan respecto al empleo (siempre con el farolito dado el atraso); la Concha Acústica, Parque Centenario y, en suma, los espacios verdes de Ibagué; el desastre en el Cañón del Combeima; los acueductos Ineficientes, insuficientes y vulnerables; la contaminación y el peligro de extinción de ríos y afluentes; el campo, sus vías, su central de abastos; la movilidad; la ruindad de paraderos, semáforos y calles; el tranvía, cable aéreo y parqueaderos elevados; espacio público caótico, (igual curable con desarrollo), alta percepción de corrupción;. Honorables ediles, si quieren liderar la transformación de Ibagué, estos y más problemas crónicos deben debatirse y, claro está, no aconsejaría la cosmética para esconder arrugas y anacronismos.

Debatan sobre cómo equilibrar la visión de ciudad con la imagen de un biodiverso, extenso y complejo, territorio a desarrollar e igual sobre el rol de capitalidad de Ibagué para desvelar la dualidad misional que exige a Ibagué a pensar, proyectar y construir su desarrollo en justa correlación con el desarrollo de los otros municipios, pues el futuro Ibaguereño depende de 46 municipios tolimenses y el futuro de 46 municipios depende del futuro de Ibagué. Sigue...

Alberto Bejarano Ávila

Comentarios