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En ese contexto hizo una selección con un sugestivo título: “El alma de mi raza”, con la intención de tratar de entender: “por qué el Tolima es como es, y por qué los tolimenses somos como somos”. El autor insiste en que no es un libro de historia, sino una recopilación de textos periodísticos, pero lo cierto es que cuanto allí está registrado hace parte importante de la historia de este Departamento.
En cualquier caso, tiene como valor singular el hecho de que es un documento que atrapa al lector porque está escrito en forma ágil y amena, las 321 páginas se leen sin fatiga y con mucho interés, porque aportan elementos que nos permiten conocernos mejor, recordar a los mayores e informar a los más jóvenes, sobre acontecimientos que nos han marcado y personajes que han influido en la vida regional.
“El alma de mi raza” nos ayuda a explicar el origen de nuestros problemas y su evolución, las propuestas y realizaciones exitosas y también las fallidas, así como la explicación de unos y otros resultados, única forma para no partir de cero, entendiendo la validez de aquel llamado a “construir sobre lo construido” si en realidad queremos avanzar.
Lo expresado por destacados protagonistas sobre hechos que afectaron y continúan afectando nuestro quehacer económico, social, político y en otros ámbitos, tiene el valor de permitirnos entender cómo eran ellos, cómo pensaban, qué los motivó a actuar de una u otra manera, y ayudarnos a entender por qué somos como somos.
Se dice, acertadamente, que “no se ama aquello que no se conoce”. Y sí que hace falta que los tolimenses amemos más al Tolima para que nos sintamos más comprometidos a trabajar por él para que, sin desconocer lo actuado, encontremos caminos para avanzar hacia la superación de la pesadumbre y la desesperanza que parecen agobiarnos.
De allí la pertinencia de leer con detenimiento esta publicación. Considero de suma importancia que, por sobre todo los docentes y sus estudiantes se sumerjan en su lectura, a fin de que en forma amable conozcan importantes capítulos de nuestra historia y de nuestra realidad geográfica y política. Bien podrían considerarlo como un buen regalo de Navidad que pueden encontrar en esa excelente iniciativa que es Pérgamo, “la primera casa de la cultura especializada en libros, arte y café” (ubicada en el barrio La Macarena de Ibagué), que busca convertirse en un espacio para deliberar sobre múltiples asuntos de nuestro quehacer. Bienvenida Pérgamo y bienvenida “El alma de mi raza”.
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