Tres problemas claves por resolver en Ibagué, … entre otros

Carmen Inés Cruz Betancourt

Varios columnistas de este diario y comentaristas de diversos canales de comunicación nos hemos referido en repetidas ocasiones a problemas que agobian a Ibagué, con la inquietud de que encuentran oídos sordos en los entes públicos responsables de atenderlos.
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A riesgo de parecer repetitiva insisto en la urgencia de que la Administración de la ciudad atienda con máxima diligencia: el problema de la malla vial que se encuentra en estado deplorable, igual que el aseo de la ciudad que resulta penoso y, también la invasión creciente del espacio público. Por supuesto, son muchos otros los problemas que se deben atender pero, por lo pronto, señalo estos tres.

Es usual escuchar profunda inconformidad de la ciudadanía con el estado lamentable que se observan en estos tres aspectos de la ciudad, que agudizan la accidentalidad, los problemas de salud pública y dificultan la circulación en casi cualquier espacio. Es así como el caos vial crece porque los huecos se agrandan y multiplican en casi todas las vías, obligando a los vehículos a hacer piruetas que generan accidentes y confrontaciones, deterioran los vehículos y hacen lento el tráfico. Así sucede en las vías principales y mucho peor en los barrios, no solo marginales sino inclusive centrales como Belén, Cádiz, Macarena, Jordán, Restrepo, Pedregal, El Salado, etc. etc. y mucho peor en aquellos algo marginales.

Respecto a la basura, llevamos largo tiempo observando basura que se acumula en muchas calles y otros espacios públicos, lo cual refleja un trabajo deficiente de la empresa prestadora del servicio. A ello se suma la indisciplina ciudadana, por lo cual amerita que se le sancione y se emprendan campañas dirigidas a conseguir que entienda que su salud está en riesgo y es mucho cuanto pierde la ciudad con este problema. 

Y ¿qué decir de la creciente invasión del espacio público?. Son muchas las calles, avenidas, separadores de vías, parques, andenes y antejardines tomados por vendedores ambulantes con sus toldos y casetas; también por comercios formales que utilizan  espacios públicos para ampliar sus negocios. Y se sabe que en muchos casos hay detrás mafias que alquilan aquellos espacios sin que nada les pase. Se suma, por supuesto, esa gran cantidad de motos y vehículos que invaden calles y andenes, haciendo imposible transitar; andenes que además se encuentran en estado deplorable en muchos sectores, en otros casos no existen y constituyen alto riesgo para los peatones. 

Son entonces, tres problemas que por falta de acciones contundentes de la Administración Pública se han agudizado y requieren que se atiendan con urgencia.  Ello implica concertar con diversos actores del entorno que pueden cooperar para que se diseñen e implementen soluciones eficientes, que deberán tener en cuenta que no basta con campañas vistosas pero esporádicas, es imperativo que se realicen acciones continuadas, persistentes y que se verifiquen los avances. 

Cabe señalar, además, que mientras estos problemas no se atiendan en forma adecuada, resultará muy difícil dinamizar la economía de la ciudad mediante el impulso al turismo con eventos deportivos, artísticos, empresariales y otros. Bien por el contrario, si los visitantes encuentran vías intransitables, atiborradas de basura e invadidas por ventorrillos de todo tipo que impiden caminar con un mínimo de seguridad, se llevarán esa imagen de Ibagué y la compartirán con otras personas, y frente a ello, de nada valdrán los esfuerzos para convencer a alguien que visite “la musical” que es además una ciudad bonita y acogedora, como afirman algunas piezas publicitarias. Es oportuno entonces recordar que: “Una buena imagen no garantiza el éxito, pero multiplica las oportunidades para lograrlo”

CarmenInés Cruz

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