Está de moda el tema de ciudades sostenibles y lo que debe hacerse para que logren buenos indicadores fiscales, económicos, sociales y ambientales, complementado esto con los objetivos de una Smart City, o “Ciudad inteligente”, gracias al uso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones -TIC- en áreas claves como la seguridad, el tráfico, el sector de la construcción, para citar sólo algunas aplicaciones en el contexto del mundo digital.
Un buen ejemplo de ciudad sostenible es Ottawa, capital de Canadá. Estuve hace poco y da envidia de la buena observar cómo se logra una muy buena calidad de vida gracias al desarrollo sostenible alcanzado por la adecuada planeación, organización y gobernanza de la urbe por el trabajo en equipo de los sectores público y privado para el bienestar general.
Pero hay algo que impacta al visitante: la cultura ciudadana, el respeto a la autoridad y a las normas. Nadie pita ni hace ruido, respeto a las filas y a las señales de tránsito; calles y espacios públicos muy limpios con elementos para los desechos bien ubicados. Muy pocas motos, pues el transporte público en buses es seguro y confortable. Además, ciclorrutas en las calles amplias para la movilización en bicicleta.
Los atractivos turísticos son variados y para todos los gustos en eventos artísticos y culturales, museos y los singulares recorridos por el río Ottawa para contemplar la naturaleza, o en bus para conocer la ciudad.
Se destaca lo verde. Barrios y parques densamente arborizados. Respeto, vigilancia y cuidado con los bosques urbanos para la contemplación y el disfrute del paisaje.
Inevitable hacerlo en Gatineau Park, cercano a la ciudad, con un área de 37.000 hectáreas de bosques, lagos y miradores para ver la fauna, como las venadas y sus crías transitando tranquilamente para ser fotografiadas.
Mucho para aprender en cultura ciudadana, turismo y conservación ambiental.
galvis.gustavo@hotmail.com
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