¿Ataco, con dos Alcaldes ?

Hugo Patarroyo Murillo

Ahora que se habla en Colombia de la necesidad del diálogo, de la concertación, de la “conciliación” entre los colombianos, de dejar de lado los odios y la tóxica polarización política que puede llevar a impredecibles situaciones , se hace necesario empezar por casa. Mejor dicho, por el Tolima. Y…. para iniciar con “lo nuestro”, se debe partir de una premisa básica: hay que respetar la institucionalidad. Que sea buena, o mala o fea, es cuestión de apreciación de cada quien. Gústele a quien le guste, existe una organización del Estado que no se debe “pasar por la faja”. De un lado, “el caos” no conduce a nada y de otra parte, el llamado “incorrecto orden”, tampoco lleva a ningún buen puerto. La jerarquización estatal, como tal, debe respetarse.
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En las pasadas elecciones para Alcalde, en el Municipio de Ataco, se eligió como nuevo burgomaestre al joven cafetero Héctor Muñoz Briñez. Muñoz, de familia conservadora “pastranista”, fue avalado por la “Nueva Fuerza Democrática” y obtuvo un respaldo de 3.498 sufragantes. El segundo lugar, fué ocupado por un señor Jáder Ochoa, afín al movimiento barretista.  El camino para llegar a la Alcaldía, no le  fué  fácil para Muñoz: tan pronto como la NFD lo respaldó,  personas afines al candidato que quedó de segundo, cuestionaron su aval, ante el Consejo Nacional Electoral (CNE). Por fortuna, brilló la veracidad sobre  la reconocida simpatía del nobel agricultor hacia el grupo del expresidente colombiano y, los magistrados del CNE , en su “real saber y entender”, reiteraron su inicial identificación.  Tan pronto como se posesionó Muñoz Briñez, vino una segunda embestida por parte de los perdedores. Muñoz era, otra vez, cuestionado por abogados, ante los altos tribunales en Ibagué. Mejor dicho, los perdedores (que bien podrían llamarse barretistas) no se hacen a la idea que perdieron las elecciones y que la gente de Ataco, votó por una opción distinta, SIN cuestionamientos e investigaciones ante los entes de control.

Pero ahí no para “la cosa”. A Muñoz, han querido “arrodillarlo” y castigarle el pecado de haberse lanzado como candidato, sin el respaldo de los grandes heliótropos  del frondoso jardín cercano al “Palacio del Mango”. Lo citan a cada rato, con mucha “sonrisita” y palmadita en el hombro, a la capital musical, a “mamarle gallo”, a prometerle cosas y… como siempre, con “mucho tilín-tilín y nada de paletas”. Entre tanto, la comunidad atacuna, tan independiente y autónoma como siempre, mira abismada y perpleja, el desarrollo de los acontecimientos, esperando el momento de “sacarse el clavo”, cuando lleguen las próximas elecciones y los señores de siempre, vayan a pedirles el voto, para tal o cual candidato.

Adicional a lo anterior , es que, parte de la estrategia de los adversarios de Héctor, es “empoderar” al perdedor, publicitándole invitaciones a través de las redes y, definiendo al adversario, como el gran líder que, es “la real voz cantante” del Municipio de Ataco  (otro Alcalde ? )  y de paso, “galletiándose” a Muñoz Briñez.

Retornando al primer párrafo de ésta columna, las gentes se preguntan:  cómo quieren que en el Tolima, se dialogue, se concilie, y se dé concertación,  si en las altas esferas gubernamentales, no se respetan las jerarquías representativas de la institucionalidad ( léase la voluntad popular ) y…. por el contrario,  lo que se fomenta es,  el odio hacia los mismos paisanos ?  

 

Hugo Patarroyo Murillo

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