Relación Campo – Ciudad

Jaime Eduardo Reyes

La necesidad de un nuevo enfoque de políticas públicas para la relación campo - ciudad se ha hecho más evidente después de la pandemia. Una organización que desde hace años viene trabajando sobre esta tarea es la Cepal Bogotá. El proyecto de tejidos territoriales y los vínculos rurales urbanos dan muchas pistas de cómo avanzar en la construcción de dicho enfoque. 
PUBLICIDAD

La línea entre los territorios urbanos y rurales se está volviendo cada vez más difícil de establecer. Impulsar los vínculos urbanos rurales permite aumentar el flujo de bienes y servicios entre los territorios y disminuir las disparidades espaciales existentes. El desarrollo se genera en la interconexión de las áreas rurales y urbanas. 

Lo primero que se debe hacer, en la construcción de un nuevo enfoque, es romper la dicotomía tradicional que separa lo rural y lo urbano y crear una nueva visión más integral del territorio en donde este es un continuo construido socialmente por relaciones e intercambios. Conectar territorios para potencializar el desarrollo implica entender el territorio como un continuo rural urbano que mediante sus interacciones ofrece diferentes oportunidades potencialidades y capacidades para el desarrollo.

El enfoque para las políticas públicas debe basarse en la apropiación subjetiva del territorio más allá de los límites político administrativo y pasando de lo sectorial a lo territorial. Se debe orientar las políticas hacia las relaciones, sinergias y complementariedades entre los territorios con el fin de encontrar equilibrios y simetrías rurales urbanas.

Algunas dinámicas que relacionan el campo con lo urbano que merecen atención son la prestación de servicios sociales (salud, educación, habitabilidad y recreación), el mercado laboral, el patrimonio cultural y el folklore como constructores de identidades, las relaciones ambientales y de servicios ecosistémicos, y por supuesto las cadenas productivas rurales y sistemas agroalimentarios, entre otras.

El desarrollo de los sistemas agroalimentarios requiere fortalecer las funciones y los presupuestos de las entidades territoriales, desconcentrar y si se quiere descentralizar, las funciones del ministerio de agricultura, superando la reducida acción de ejecución de proyectos por convocatorias. Desarrollar los sistemas agroalimentarios demanda evaluar la eficiencia de las actuales redes de comercialización que centralizan los inventarios en Bogotá impulsando la innovación con circuitos cortos y anillos de cercanía. No se puede dejar de lado la urgente acción de construir, mejorar y mantener las vías terciarias.

Algunos elementos de política para el desarrollo regional que podría ofrecer el enfoque de vínculos rurales urbanos son; el fortalecimiento de las capacidades locales y regionales en los actores colectivos e individuales presentes en el territorio con el fin de aprovechar las diferentes externalidades ofrecidas por el medio; y nuevos enfoques de gobernanza para fortalecer la democracia y disminuir la desigualdad territorial a través de estrategias que permita mejorar la competitividad del territorio.

La nueva realidad pospandemia justifica seguir construyendo este enfoque para, como lo advierte la Visión Tolima 2025, tener una adecuada relación urbana rural y así disminuir la desigualdad territorial que existe en el departamento.

Jaime Eduardo Reyes.

Comentarios