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El FMI está integrado por 190 países y tiene como objetivo lograr un mayor crecimiento y prosperidad para sus miembros.
Para ello respalda políticas económicas que promueven la estabilidad financiera y la cooperación monetaria, que son esenciales para la productividad, la creación de puestos de trabajo y el bienestar económico.
En el informe se lee que el gobierno nacional ha acertado en mantener la estabilidad fiscal del país mediante la eliminación gradual de los subsidios a los combustibles y el compromiso para cumplir con la regla fiscal. El propósito de disminuir la dependencia del petróleo y del carbón, el plan de transición energética y de diversificación de las exportaciones, son bien vistos por el FMI.
El FMI proyecta que Colombia cierre el 2024 con un PIB del 1,1%, una inflación del 5%, “siempre y cuando se continúe con políticas macroeconómicas prudentes”. Se proyecta que el déficit en cuenta corriente se estabilice en torno al 3.0% del PIB este año. Sin embargo, el reporte enuncia la presencia de un alto riesgo hacia el deterioro de la economía no solamente por las situaciones política internas del país sino además por las tensiones geopolíticas que vive el gobierno nacional y por las “condiciones financieras mundiales más restrictivas y perturbaciones en las cadenas de suministro, que podrían impactar negativamente en el crecimiento y la inflación del país”.
El FMI afirma que la productividad es el factor que mantiene rezagado a la economía colombiana. El informe concluye que en Colombia la productividad total de los factores de producción ha caído y se estancó en los últimos treinta años. Este fenómeno tiene varias explicaciones; “el rezago tecnológico de las empresas, la congestión vehicular y la deficiencia del sistema de transporte público, el estrés laboral, entre otras”.
Según el FMI, la baja productividad sumado a la mala asignación de recursos afectó el crecimiento económico del país, conllevando a mayores niveles de pobreza e inequidad en el ingreso. Por esto, para impulsar un crecimiento sostenible a medio plazo, se necesita aumentar la productividad y fomentar la inversión privada.
Además del reconocimiento del acierto de estabilidad fiscal el Fondo Monetario Internacional hace una clara recomendación frente a las reformas propuestas por el gobierno; “estas se deben tramitar en el marco político existente preservando la sostenibilidad fiscal y la estabilidad financiera y equilibrando las consideraciones de equidad y eficiencia”. Las solicitudes de viabilidad fiscal para la aprobación de las reformas no son un mero trámite.
Así las cosas, el mensaje del FMI para el presidente Petro es directo: la política fiscal debe orientarse a aumentar la productividad de los factores de producción, estimular la inversión privada, continuar la senda de la sostenibilidad fiscal, y las reformas propuestas deben hacerse en el marco de la institucionalidad vigente.
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