Con el mandato dado, los dos tiene la dificultosa tarea de sacar adelante el Tolima y su capital, entonces, les exigimos gobernar bien. Más no es cuestión de escoger si hacerlo o no, sino que es de obligatoria responsabilidad y cumplimiento porque se necesita con urgencia una salida a la crisis que vive la región.
Pero, ¿qué es gobernar bien? Simple y elemental. Es gobernar con eficacia buscando el bien comunitario. Es considerar como eje fundamental al ser humano garantizándole salud, vivienda, servicios públicos eficientes, empleo formal, seguridad, justicia, equidad de género, inclusión social, educación de calidad y cumplimiento de los derechos esenciales. Es conservar el medio ambiente. Es innovar en desarrollo tecnológico. Es allanar obstáculos burocráticos.
Es transparencia en los procedimientos. Es hacer adecuado uso de recursos económicos y humanos. Es dinamizar la economÃa creando tejido empresarial. Es afrontar el reto internacional competitivo, acercando la región al mercado globalizado. Es activar procesos de participación y conexión de todos los actores sociales significativos.
Igualmente es: incentivar el sector agrÃcola, preponderante en nuestra economÃa. Efectuar planificación urbanÃstica acorde con el uso del suelo, con criterios de mejoramiento, recuperación, habitabilidad y sostenibilidad ambiental, social y económica.
Vincular a jóvenes a proyectos de formación técnica y tecnológica. Generar con urgencias nuevas oportunidades de trabajo. Favorecer la movilidad liberando áreas vehiculares congestionadas. Agregar a la prevención y control policivo de seguridad ciudadana, mantenimiento de calles y carreteras con excelente señalización. Estimar como activo económico, la ubicación del Departamento en el centro del triángulo conformado por Bogotá, Cali y MedellÃn. Conservar y valorizar el patrimonio histórico, cultural, natural, humano y social.
En resumen, señores Alcalde y Gobernador electos, cada uno tiene que cumplir el plan programático por el que fue elegido. Me imagino, que las propuestas fueron elaboradas de acuerdo a una objetiva lectura de nuestra realidad, pues sólo con criterios y propósitos ciertos se pueden realizar acciones polÃtico-administrativas y reorganizar funciones, roles y tareas.
Porque en serio, queremos una región que tenga como prioridad un desarrollo cualitativo y sostenible, que ofrezca a toda la comunidad un mejor nivel de vida. Claro, sabemos que es un momento difÃcil para arrancar porque no es fácil eliminar la pesada y negativa herencia acumulada por malas prácticas de anteriores gobiernos, algunos de ellos demasiados nefastos.
Sin embargo, se convierte en un momento coyuntural para iniciar a gobernar bien en beneficio de la región. Entonces, camino a la seguridad humana, ahora sÃ, esperamos que se le imprima a Ibagué y al Tolima la relevancia e importancia que merecen.
Comentarios