La verdad esperaba mucho más de una concentración que reunía prácticamente todos los actores que tienen intereses en el tema y que tenía como propósito alimentar con argumentos, conocimientos y explicaciones de ambas partes, el debate que se ha suscitado en torno a tan objetado proyecto; a la final solo pudieron intervenir los opositores al mismo, muchos de los asistentes con ruidos y arengas ensordecedoras no dejaron hablar al representante de Anglo Gold Ashanti, chiflaron al expositor de la autoridad nacional de licencias ambientales y vituperaron a los funcionarios de la agencia nacional de minería y los ministerios de minas y ambiente. ¿Acaso no se supone que era de ellos de quienes esperábamos explicaciones? ¿No hubiera sido posible que de esas intervenciones salieran muchos mas argumentos para fortalecer la férrea oposición al proyecto que amenaza nuestra región? O quizás la idea era reunirse los mismos con las mismas a repetir lo que en muchos escenarios se ha dicho.
No obstante, se salva de una mala calificación porque algunos de los que sí pudieron intervenir expusieron argumentos que considero claves para mantener izadas las banderas de rechazo a la realización de este proyecto:
En su intervención, el representante de la Contraloría General de la República, acotó que estudios realizados en pueblos mineros de Sucre, Córdoba y Chocó, demuestran que dicha industria arrecia los niveles de pobreza, miseria y mortalidad infantil, además de exacerbar inclementemente la violencia; argumentos que desmienten el caprichoso discurso de quienes aprovechando la primiparada de nuestro departamento, aseguran que con la megaminería viene de la mano el bienestar y el progreso.
El delegado de Fedearroz destacó que en el río Saldaña ya se han visto afectaciones por la minería ilegal e incluso por la fase “exploratoria” del proyecto la Colosa, una delicada denuncia dado que el sector arrocero así como el cafetero históricamente han movido la economía de nuestra región.
Lo más importante, fue la categórica posición del Gobernador quien manifestó la imperiosa necesidad de llamar a una consulta popular en donde todos los tolimenses puedan expresar su voluntad de apoyo o rechazo a la realización de este proyecto; alentadora noticia teniendo en cuenta que es él y nadie más que él quien tiene la potestad de convocarla y que siendo así esta tendría alcance departamental permitiendo que tengan participación todos los municipios y no solo los que eventualmente se verían beneficiados por ser de localización del proyecto como Cajamarca y el que se defina para instalar la planta de procesamiento.
Por último, rescato el rechazo generalizado que se refrendo por parte de los asistentes frente al proyecto minero, el cual considero que es hora de traducirlo en hechos concretos como cogerle la caña al Gobernador y acelerar la consulta popular, mantener la resistencia a la megaminería en zonas de protección y conservación de fuentes hídricas a través de la movilización ciudadana, y por qué no, alentar a nuestros congresistas para que promuevan un cambio en la legislación minera a fin de bajarle los humos a esa locomotora del presidente Santos, para así establecer altas exigencias normativas que permitan preservar un Tolima y una Colombia verdes, dignos, alegres y en paz.
Aunque la intención de Cortolima por convocar la primera mesa ciudadana ambiental en el marco del controvertido proyecto aurífero de la Colosa fue buena, las conclusiones resultantes de tan magno evento a mi juicio fueron muy regulares.
Credito
CESAR PICÓN
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