La pobreza es uno de los mayores problemas de la gente, su reducción es uno de los principales desafíos de la sociedad y una de las principales prioridades para la agenda del Estado. Al parecer, Colombia está logrando la disminución del número de personas en esta condición como también está disminuyendo la desigualdad. 

Según las cifras del Dane, para Colombia en el 2012 la pobreza  monetaria –definida como ingresos inferiores a 808.332 pesos mensuales para una familia de cuatro personas- fue de 32,7 por ciento, mostrando una reducción en 1,4 por ciento con relación al 2011, en cifras concretas a finales del año pasado había 14,8 millones de personas pobres, es decir una tercera parte de la población nacional. En pobreza extrema –cuyo corte es un ingreso familiar menor a 364.828 pesos mensuales, el Dane informó que son 4,7 millones de colombianos los que se encuentran en dicha condición, un poco más del 10 por ciento. Estos datos sobre pobreza en Colombia dan muestra del impacto positivo de las políticas para generación de empleo, ingresos y de apoyo a familias vulnerables a través de las transferencias condicionadas. También muestra que aún hay mucho trabajo por hacer en este campo.

De otro lado, la voz de alerta se escucha para los habitantes rurales. Aunque las cifras sobre reducción de la pobreza son positivas para las zonas urbanas la situación para las zonas rurales es distinta, en estas últimas se presentó un leve incremento, es decir hay más pobres en el campo. Valdría la pena revisar que está ocurriendo con el apoyo del Estado a las familias del campo, los subsidios para el sector agrícola y con los fenómenos de desplazamiento y retorno.

Una manera de revisar qué hacer es utilizar el Índice de Pobreza Multidimensional IPM el cual revisa otras variables distintas al ingreso como educación, salud, acceso a servicios. El IPM determinó que el 27 por ciento de la población colombiana es pobre, 2,4 puntos porcentuales menos que en el 2011. Existe coherencia entre las dos medidas. 

Además el IPM indica que las dimensiones en donde más se debe trabajar son seguridad alimentaria, la calidad de la educación y la generación de ingresos en el campo.

La otra noticia positiva fue la disminución de la desigualdad. De acuerdo con el Dane, el índice para Colombia pasó de 0,548 en el 2011 a 0,539 en el 2012. El país pasó del sexto lugar al 19 en desigualdad, de una lista de 48 países del mundo. En Latinoamérica, pasó del tercero al séptimo puesto. 

Así las cosas las noticias son positivas pero aún falta mucho por hacer, y aunque las cifras muestran una mejora en disminución de pobreza y en disminución de la desigualdad, la realidad es que la tarea por adelantar es grande, en especial para el mundo rural en un país donde la ruralidad es realmente importante.