Sobre barequeros y paleros

El debate de la megaminería y la política de la locomotora minera ha invisibilizado la realidad de la pequeña minería y de la minería artesanal, por lo menos en la región sur del Tolima.

A esa conclusión llegué el pasado lunes al asistir a una jornada de formalización liderada por el Ministerio de Minas y Energía y la Corporación Autónoma Regional Cortolima y convocada por la Alcaldía de Ataco.  

La cita se llevó a cabo en el Colegio Martín Pomala de ese municipio del sur del Tolima y asistieron barequeros, paleros, y pequeños mineros. El interés de los asistentes fue notable. 

De tiempo atrás sabía de la importancia de la minería artesanal para Ataco, pero la verdad es que nunca había estado en una reunión con más de 500 artesanos y pequeños mineros.  

La humildad y pobreza económica se hizo evidente, como también su deseo de superación y esperanza por un mañana mejor para ellos y sus familias. Observé en los asistentes a la reunión los mismos sueños y deseos  que he visto en reuniones con campesinos tolimenses, también vi mujeres rurales dedicadas al barequeo del oro en el río Saldaña, paleros de Chaparral y personas adultas que le han regalado sus años al Río y al sueño del oro. 

La reunión fue convocada para brindarles una capacitación en las diferentes alternativas que se ofrece en el marco del Código Minero para la formalización y las ventajas de trabajar bajo el amparo de un título en condiciones de formalidad técnica y empresarial.  

Los barequeros deben hacer su registro en las alcaldías y demostrar la vecindad para ser reconocidos de manera formal su actividad, y las empresas mineras tienen hasta el 10 mayo para formalizar la actividad de minería tradicional. 

No hay duda que esta población necesita de un acompañamiento del Estado y de las entidades públicas relacionadas con ellas. La Alcaldía de Ataco debe acompañar el fortalecimiento de las asociaciones de pequeños mineros y mineros artesanales, la Gobernación del Tolima debe trabajar en el desarrollo del encadenamiento del sector, el Icbf debe luchar para evitar el trabajo infantil y Cortolima debe adelantar un programa de acompañamiento a los mineros artesanales y pequeños mineros para hacer de este oficio uno enmarcado en los postulados del desarrollo sostenible. 

Con relación a las opciones de la minería formal es necesario recuperar el trabajo realizado por los distritos mineros Ataco-Payandé y Bermellón. Durante dos años el departamento del Tolima construyó una línea base, identificó actores, diseñó encadenamientos, entre muchos otros logros.

Los resultados que estos distritos alcanzaron deben ser los insumos para la nueva dirección de recursos no renovables y para la nueva Secretaría de Desarrollo económico, creadas en la estructura departamental.  

La minería es un sector que hace presencia en el Tolima (arcillas de la Chamba, Feldespatos, minerales de río, caliza, entre otros), articularlo a otros sectores y lograr el encadenamiento productivo es una necesidad si se desea brindarle a cientos de tolimenses opciones de progreso y desarrollo y a la industria opciones de crecimiento.

Credito
JAIME EDUARDO REYES

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