El anuncio de la renuncia de Juan Camilo Restrepo al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural no fue sorpresa, desde hace varios meses los rumores sobre su salida eran fuertes; ya desde el principio de su mandato tuvo la oposición de gremios marcadamente uribistas como Fedegán, además muchos senadores y representantes sentían que el Ministro no satisfacía sus peticiones burocráticas, y en los últimos meses las marchas y paros de campesinos y productores agrícolas minaron la gobernabilidad ministerial y lo expusieron ante la opinión pública. 

Sin embargo, Juan Camilo Restrepo tendrá a su haber ser el Ministro de Agricultura que más ha trabajado por cimentar la paz en el sector rural en Colombia en las últimas décadas. 

La ley de restitución de tierras y la ejecución de la misma, su participación en el punto de desarrollo rural y política agraria de la agenda de diálogos con la guerrilla de las FARC en La Habana, y el crecimiento del PIB agrícola durante los últimos años son hechos concretos de su gestión.

En su más reciente columna publicada en el Tiempo, Restrepo establece la agenda rural que deberá seguir el país.

Según él, la reducción de la brecha urbano-rural es una de las tareas más apremiantes si se quiere alcanzar el desarrollo rural, inclusive el Ministro propone ejecutar la política pública mucho más allá del escenario de postconflicto.

También, desde la revista Dinero, el Ministro advierte del carrusel de tierras que robó al Estado un millón de hectáreas baldías a través de más de dos mil resoluciones espurias del Incoder y del Incora y sobre lo que se deberá trabajar apremiantemente para recuperar aquellas tierras que deberán ser dispuestas para la política de desarrollo agrario y poblamiento campesino. 

Al ser Restrepo un peso pesado de la política colombiana; senador, ministro en tres ocasiones, precandidato presidencial, dirigente gremial y académico, su salida del ministerio en esta época preelectoral lo pone en el ojo del huracán político. 

Ya algunos analistas han advertido de su posibilidad de ser candidato presidencial por el Partido Conservador en el escenario de la no aspiración a la reelección del presidente Juan Manuel Santos, y yo no descartaría que se le sume a la baraja de los candidatos a suceder a Efraín Cepeda como presidente del Partido si Santos aspira a un nuevo periodo presidencial.

Con el retiro de Restrepo se empieza a fortalecer un equipo de altos estadistas todoterreno y de práctica política electoral que desde la Unidad Nacional trabajan por hacer de Colombia un país con menos pobres, más empleo y mayor equidad. 

De todos modos, sea cual sea su participación política en el inmediato plazo, Restrepo será un referente no solo para la política agrícola y rural, sino, también, en los temas de hacienda pública y de política nacional. Ojalá que la dirigencia nacional del Partido reconozca su valía y utilice sus capacidades para el bien de la colectividad y del país.