Economía popular, un fenómeno social que resiste el desempleo y la pobreza en Ibagué

Jaime Eduardo Reyes

Recorriendo la ciudad puedo afirmar que la economía popular es un fenómeno social que hace presencia en las 13 comunas de Ibagué. Por todos los barrios se encuentran establecimientos de numerosas pequeñas actividades productivas y comerciales en donde las familias empobrecidas consiguen ingresos para sobrevivir.

Para comprender este fenómeno es importante saber cuántos son los oficios o negocios desarrollados por cuenta propia de innumerables trabajadores independientes de la ciudad que producen bienes, prestan servicios o comercializan en pequeña escala en garajes de casas, cocinas de hogares, calles, bicicletas o carros viejos, parques y muchos sitios más. La literatura en América Latina da cuenta de más de 400 distintos oficios ejercidos informalmente en estas condiciones.

Sabemos que la presencia de la economía popular es demasiado importante para la población ibaguereña, ya que a través de esta un elevado porcentaje de la población tiene la oportunidad de acceder a alguna cantidad de ingreso, ocupar jefes de hogar, cancelar servicios públicos, en otras palabras, mejorar los medios de vida de las familias.

La evidencia empírica me permite afirmar que de no ser por la economía popular los niveles de desempleo en la ciudad serían mucho más grandes que las que se registran periódicamente por el Dane, y que además oculta fenómenos como el empleo infantil, la informalidad y el desempleo.

El origen de la economía popular se encuentra en las escasas oportunidades de empleo que brinda el aparato productivo de la ciudad para actividades del sector moderno.

También existe una relación directa entre los nichos de mercado que no atienden las grandes plataformas comerciales recientemente instaladas en la ciudad y que dan origen a una demanda sin satisfacer.

La economía popular surge gracias a los fenómenos de sobrepoblación relativa, como estrategia de subsistencia de los sectores sociales marginados o excluidos, como consecuencia de las políticas económicas de globalización y libre mercado. En otros términos, la economía popular es la respuesta defensiva de un sector de la sociedad desprotegido, el cual espera poder acceder a procesos de industrialización y modernización del aparato productivo que le dé oportunidades de puestos de trabajo formal.

Y en Ibagué ese es el problema, cada vez parece más lejana la posibilidad de tener un aparato productivo industrial moderno.

También surge como respuesta a procesos de flexibilización de las relaciones de trabajo desarrolladas por las grandes empresas con pequeños satélites o talleres de maquila o elaboración de piezas o partes.

No hay duda de que la economía popular es la respuesta de miles de familias que luchan contra la pobreza de manera autónoma, es un hecho que de no ser por esta clase de economía los niveles de pobreza serían mucho mayor que los reportados por el Departamento de estadísticas y otras tantas agencias gubernamentales.

Con relación a la dinámica que vive la economía popular en Ibagué surgen varios interrogantes de los cuales valdría la pena ocuparse: ¿Cuál es la estabilidad del empleo? ¿Por qué causa se mantiene en este tipo de economía? ¿Cuál es su nivel de ingreso?

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