Este tema no es nuevo, viene hablándose de él desde hace unos cinco años aproximadamente, cuando el premio nobel de Paz Muhammad Yunus se lo planteó al mundo. Escribo sobre este porque en un Departamento como el nuestro sigue siendo un tema de actualidad y además muy pertinente.
Partamos de reconocer la desigualdad vivida en nuestra región y en particular los altos niveles de pobreza, las bajas oportunidades laborales y el poco desarrollo empresarial. Los estudios elaborados sobre el porqué de esta realidad siempre concluyen que las causas están en el enfoque de desarrollo vigente.
Ahora bien, sí es posible proponer dimensiones alternativas a este enfoque y atender las necesidades de la gente más pobre y necesitada. Yunus formula a las empresas sociales como el camino para lograrlo. En el mundo e inclusive en Colombia ya hay experiencias concretas.
¿Qué es una empresa social?
El enfoque de desarrollo que predomina en la actualidad es aquel donde las empresas se crean para obtener ganancias y lucro personal, la base es el egoísmo y el interés individual. Sobre este comportamiento hay cientos de escritos y miles de evidencias.
La empresa social es otro tipo de negocio, se hace por el beneficio de los otros y nada a favor del bienestar individual más allá de la satisfacción de servir y contribuir. Muchos empresarios ya tienen lo suficiente.
La empresa social es un negocio desinteresado cuyo propósito es acabar con un problema social y contribuir con la disminución de las desigualdades y la pobreza, crear empleo y buenas condiciones de trabajo.
Así las cosas hay dos tipos de negocios: el tradicional para hacer dinero y capitalizar a los dueños y uno distinto que tiene ganancias para resolver más problemas sociales.
La empresa social tiene como objetivo resolver problemas como pobreza, desnutrición, acceso al crédito, entre otros, usando los métodos de los negocios, incluida la creación y venta de productos o servicios.
Las empresas sociales son diferentes a las ONG’s, fundaciones, empresas sociales del estado y la responsabilidad social.
¿Y, de dónde nacen?
Existen dos tipos: La primera, en donde los inversionistas crean la empresa, la capitalizan, y la vuelven rentable, estando madura reciben el capital que aportaron para su creación y las ganancias son reinvertidas para extender y mejorar los negocios. Y la segunda, en donde los propietarios son personas pobres y las ganancias son para ellos.
Es claro que para el primer tipo lo que se necesita son empresarios que superen su necesidad de lucro y protagonismo, en la segunda lo que se requiere es el apoyo del Estado y de los gobiernos.
Vale la pena que los alcaldes y el propio Gobernador revisen el tema, que exploren la posibilidad de impulsar este modelo y que fomenten la idea de crear empresas para ayudar a resolver algún problema social.
Las empresas sociales deben hacer parte de ese nuevo tejido empresarial que requiere el Tolima e Ibagué para superar sus niveles de crecimiento económico, disminuyendo la pobreza y la inequidad.
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