las expropiaciones de la tierra a los campesinos y los miles de desplazados que inundan las ciudades, configuran el contexto de violencia que vive nuestro país, y en el que no se visibiliza a quienes sufren realmente el impacto de esta guerra y, por el contrario, son  sometidos al ostracismo y al silencio.

Para hacer audibles sus voces, lograr una aproximación a sus sentires y visiones y adquirir una plena conciencia de la magnitud de la tragedia; cuatro grupos de investigaciones de las universidades: Surcolombiana, Javeriana; Caldas y Tolima, se unieron en un esfuerzo por develar las verdades sobre el impacto del conflicto en pequeñas poblaciones del Huila, Tolima, Valle del Cauca y Putumayo, en el periodo que va de 1980 a 2010.

El producto es un hermoso libro lanzado la semana anterior en la UT. y la proyección del video “El silencio no perdona”, en el cual se recogen testimonios de protagonistas que sobrevivieron los oscuros periodos de represión que cambió sus vidas y que, a pesar de los riesgos, se dejan “ponchar” por una cámara y dan rienda suelta a sus denuncias, en muchas ocasiones señalando con nombre propio a los culpables de la ignominia.

Las historias del miedo que sufrieron por años en municipios como Trujillo, Samaná, Puerto Asís y El Líbano, son descritas por los protagonistas con la suficiente entereza y analizadas por un colectivo encabezado por William Fernando Torres, Arlovich Correa, Hilda Soledad Pachón, Manuel Castellanos y Aida Julieta Quiñones, quienes a su vez coordinaron grupos de estudiantes de distintas disciplinas que encararon con gran responsabilidad la tarea de ser investigadores auxiliares y producir sendos ensayos que dan luces y abren perspectivas  para la  interpretación del conflicto.

Trabajos como este demuestran la importancia de lo que viene haciendo la academia por buscar objetivamente las causas y los responsables de esta lucha por el poder económico, social, político y militar.

Los investigadores apuntan a encontrar las formas de restituirles a las comunidades su voz, sus mecanismos de comunicación y los procedimientos de denuncia de las alianzas que han propiciado el paramilitarismo y el narcotráfico, con ciertos sectores de las fuerzas armadas, al igual que el accionar de la insurgencia.

En estos días de reflexión, vale la pena la lectura de textos como “Para vencer el miedo”, surgido de la entraña del conflicto, pero proyectado a los terrenos de la utopía y la esperanza de lograr algún día la visualización de caminos que nos permitan reencontrar las rutas que nos acerquen a una paz real.

 Profesor Titular UT.