La responsabilidad de los expendios de comidas

En los últimos años, los restaurantes y negocios de comidas rápidas se han expandido a lo largo y ancho de Ibagué.

Esto se debe a que la ciudad ha crecido y muchas personas deben almorzar fuera de sus casas, y salir a comer se convirtió en un plan familiar. Adicionalmente, el número de visitantes es cada vez mayor, gracias a la nutrida agenda de eventos deportivos y culturales, a los atractivos naturales del entorno y al clima agradable que atrae a turistas bogotanos.

El sector de la gastronomía es una apuesta económica para cientos de emprendedores ibaguereños que encontraron allí una oportunidad de negocio. Son altas las exigencias por parte de las autoridades para estos establecimientos, en lo que se refiere a las normas de higiene y de conservación de los alimentos. Y no es para menos, pues la salud de los consumidores está expuesta a riesgos si estos no atienden las regulaciones, ya que una comida en mal estado puede ocasionar intoxicaciones o enfermedades gastrointestinales.

A esto se añade que muchos de los restaurantes no tienen lugares adecuados para la disposición de sus residuos y, sin miramientos, los arrojan a las calles, con lo cual generan contaminación y atraen plagas, no solamente a sus establecimientos, sino también a los vecinos.

En los días del Festival Folclórico la Secretaría de Salud de Ibagué intensificó los controles a los negocios de comidas y fue así como efectuó más de 500 visitas. Y aunque no es la generalidad, sí existen establecimientos en los que no se cumplen las normas de higiene, y las autoridades sanitarias han encontrado plagas, alimentos en mal estado o contaminados y sitios de almacenaje en regulares condiciones de aseo. Como resultado de los operativos, se ordenó el cierre de 17 de estos locales, hasta tanto lleven a cabo las acciones tendientes a corregir los incumplimientos. Así mismo, los funcionarios de la Secretaría efectuaron inspecciones a bares y encontraron licor adulterado en algunos de ellos.

Los bares, gastrobares, restaurantes y expendios de comidas rápidas (callejeros o en locales) tienen una gran responsabilidad con los consumidores, con sus vecinos y con la ciudad. Son enormes los perjuicios que se causan a la salud si no se tienen en cuenta las normas de higiene y no solamente para los ibaguereños, también los visitantes pueden verse afectados por causa de estos descuidos.

 

EL NUEVO DÍA

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