¿Vamos por el camino correcto?

La semana pasada se llevó a cabo el “Foro Desarrollo Económico de Ibagué: un camino de oportunidades”, que organizó la Alcaldía, con el fin explorar alternativas en materia productiva que consigan el progreso de la ciudad.

Los tolimenses Javier Díaz Molina, presidente de la Asociación nacional de Comercio exterior (Analdex) y Diego Mauricio Gaitán Galindo, gerente general de la Desarrolladora de Zonas Francas, expusieron cuáles serían esas rutas que ha de seguir Ibagué para alcanzar el desarrollo de sus habitantes. Los dos hicieron un análisis de las oportunidades de la ciudad en materia de exportaciones, los costos logísticos, el fortalecimiento empresarial, la eficiencia, la productividad, la innovación y la tecnología.

Los expertos estuvieron de acuerdo en expresar que hay tres sectores hacia los cuales debe enfocarse la ciudad: la inversión en la agroindustria, la logística y el desarrollo tecnológico. Es bien claro que la productividad de la región está atada al sector agropecuario; en cuanto a la logística, la ciudad debe conocer y explotar su localización para jugar un papel importante en la disminución de los costos logísticos, una carga que le resta competitividad a los exportadores; así mismo, se precisa que las empresas locales inviertan más en innovación y tecnología, para obtener mayores beneficios. 

En los últimos años, la ciudad ha crecido en forma importante en el sector comercial (hay tres importantes centros comerciales y se ampliará uno de ellos); a través de la creación de las Áreas de Desarrollo Naranja, el número de restaurantes y gastrobares aumentó considerablemente, así como la promoción de Ibagué como destino turístico; y, de acuerdo con estas apuestas productivas, se han programado eventos a lo largo del año que atraen un buen número de visitantes. 

Sin embargo, la calidad del empleo no ha mejorado, el salario promedio de los trabajadores no alcanza a ser un mínimo, la informalidad llega al 49,5% y las tasas de desempleo se encuentran entre las más altas de las capitales del país, lo cual indica que estas opciones económicas no alcanzan para lograr desarrollo y mejorar la calidad de vida de los ibaguereños.

Por eso es necesario que la dirigencia local explore alternativas diferentes, como el impulso de la innovación, la formación del capital humano en las áreas tecnológicas y el impulso de proyectos que atraigan inversores.

 

 

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