Ibagué Festival: futuro promisorio para la ciudad musical

Durante el Ibagué Festival, la ciudad vivió cuatro días intensos de música, cultura, formación académica, exposición de artesanías y gastronomía.

Agrupados bajo el tema “La diáspora musical del Tolima”, artistas tolimenses que se encuentran en diversos lugares del mundo estuvieron en su lugar de origen para fortalecer sus raíces y compartir experiencias con los músicos locales y los ibaguereños en general. 

Los resultados fueron impresionantes. Se llevaron a cabo ocho conciertos con entrada gratuita, a los que asistieron más de seis mil personas; “Música en las calles” estuvo en ocho comunas, participaron 161 artistas, 90 de ellos locales; el 90% del equipo organizador fue de la ciudad; se impartieron 26 programa educativos gratuitos y 870 personas se beneficiaron de clases magistrales, talleres, conversatorios, actividades de lutería y formación en producción. En las tres veladas gastronómicas que se cumplieron y que estuvieron a cargo del chef ibaguereño Juan Felipe Camacho, dueño del restaurante Don Juan de Cartagena, se sirvieron 160 platos.

Las actividades programadas se cumplieron con éxito, hubo una respuesta positiva del público ibaguereño que además presentó un excelente comportamiento en todos los espectáculos.

El Ibagué Festival es una suma de apoyos. Es organizado por la Fundación Salvi y cuenta con el respaldo del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, Fontur, Procolombia, la Gobernación del Tolima, la Alcaldía de Ibagué, el Conservatorio del Tolima. Tiene un enorme potencial para abrir puertas de Ibagué al mundo, por lo cual hay que trabajar en robustecer ciertos aspectos para que, en las próximas ediciones, que serán más concurridas, se puedan cumplir a cabalidad los compromisos de la ciudad. 

Es menester mejorar la infraestructura, en lo que se refiere a los escenarios culturales. El Teatro Tolima, por ejemplo, requiere una intervención urgente, en especial con la instalación de un aire acondicionado que funcione. En cuanto a la Concha Acústica se espera que esté listo lo antes posible, pues este es un escenario muy apropiado para el Ibagué Festival.

El clamor más importante provino de los mismos artistas, como Santiago Cruz, quien se presentó en el Panóptico. Su presencia ocasionó un caos, porque miles de ibaguereños querían asistir, pero el aforo era solo para mil personas, por lo cual muchos no pudieron ingresar; además, a pesar de su amplitud, el lugar no reúne las condiciones adecuadas para una presentación artística de esta magnitud. Se requiere, entonces, una sala de conciertos que esté a la altura de las necesidades de la ciudad musical y en donde se puedan efectuar diversos eventos musicales, académicos y de negocios.

Se precisa, también, una activa participación de las empresas de la región para que apoyen al Festival; así mismo, se requiere cualificar a los proveedores locales para que puedan responder a las necesidades de un evento de esta naturaleza. También es importante que el cierre financiero se pueda hacer con anterioridad. La colaboración, articulación y compromiso de las autoridades es indispensable; por ejemplo, los agentes de tránsito han de estar prestos para atender los cierres viales cuando sea necesario.

La quinta versión del Ibagué Festival fue inolvidable y le depara a la ciudad musical un futuro promisorio.

El Nuevo Día

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