Ibagué es una ciudad en crecimiento y en la actualidad tiene alrededor de 545 mil habitantes que a diario necesitan movilizarse, por lo que el parque automotor también aumentó de manera significativa durante los últimos treinta años, generando congestión en las principales avenidas.

Sin embargo, la infraestructura vial sigue siendo la misma que se construyó entre la década del 60 y el 90, salvo algunas excepciones como el repartidor vial del Sena, cuyo proyecto fue ejecutado en 1997 o la intersección ‘Capital Musical’, terminada a finales de 2011.

‘El alcalde de las obras’ 

Cuando se habla de infraestructura vial en Ibagué, es inevitable nombrar al exalcalde Francisco José Peñaloza Castro, quien fue mandatario de la ciudad en cinco oportunidades y logró gestionar la construcción de siete avenidas y cinco puentes elevados para mejorar la movilidad y proyectar la ciudad como una capital moderna y desarrollada.

En 1966, a sus 39 años de edad y luego de algunos viajes por el mundo, ‘Pacho’ Peñaloza llegó por primera vez a la Alcaldía, tras ser designado por el presidente conservador Guillermo León Valencia. Durante su primera administración, se destacó por emprender el proyecto de iluminación de la mayoría de vías y la construcción de la avenida Quinta desde la calle 42 hasta la 15, esto debido a que antes era de un solo carril.

Durante su segundo mandato, entre 1968 y 1971, se dedicó a promover la organización de los IX Juegos Nacionales y a mejorar la cara de la ciudad y durante su tercera y cuarta administración, en 1971 y de 1982 a 1983, se concentró en realizar obras para descongestionar el tráfico de la ciudad. Fue así como se planeó y construyó la avenida Ambalá hasta el barrio La Gaviota, logrando de esa manera la incorporación de varios terrenos amplios que posteriormente fueron urbanizados.

En su quinta y última administración, desde 1991 hasta 1993, extendió en más de dos kilómetros la avenida Ambalá desde el puente de Progal hasta San Carlos, en la comuna Siete. Asimismo, gestionó recursos en el Ministerio de Obras Públicas para la doble calzada desde Mirolindo hasta Picaleña, así como la cesión de su valorización por $700 millones de pesos para ejecutar más proyectos.

Por la misma época, construyó la avenida Guabinal, cuya extensión fue de ocho kilómetros y contó con el primer puente vehicular elevado que hubo en Ibagué a la altura de la calle 37, obra ejecutada con recursos propios del Municipio y sin cobrar valorización. También terminó la segunda y tercera etapa de la avenida del Ferrocarril con una extensión de dos kilómetros, construyó la avenida Calambeo, que estaba proyectada para dos carriles; así como la avenida 60, hoy conocida como ‘Milla de Oro’, la cual conecta las avenidas Mirolindo, Jordán, Guabinal y Ambalá.

A estas obras se sumaron los puentes elevados en la carrera Quinta con calle 19, el de la Quinta con calle 60, el de la intersección con la avenida del Ferrocarril y el de Progal. A la par de estas ejecuciones, también pavimentó algunas vías internas en barrios por donde transitaban las rutas de transporte público urbano. 

Jairo Palma Castro, quien trabajó como laboratorista de suelos, pavimentos y concretos en el Ministerio de Obras Nacionales, dio a conocer que era tal el compromiso del alcalde Francisco Peñaloza con el desarrollo vial de la ciudad, que durante su última administración optimizó una planta de asfalto de propiedad del Municipio para cumplir con las obras. “Aquí en Ibagué había una planta pequeña en la calle 25 con carrera Octava, para mezclar asfalto y tapar huecos. En el primer periodo de alcalde, me envió una nota pidiéndome el favor de revisar e informarle el motivo por el cual esa planta no producía sino dos volquetes de mezcla en el día.

En ocho días le entregue el informe y lo que se necesitaba para ampliar la producción de la planta y en un mes la tuvimos produciendo 11 volquetes de mezcla asfáltica para tapar huecos en Ibagué. Se pudo hacer porque don Francisco consiguió todos los repuestos y accesorios para mejorar la planta. Mientras estuvo de alcalde funcionó, después la arrumaron y se acabó porque a otro alcalde le pareció mejor dar a contrato la tapada de huecos y solo tapaban los grandes porque tapar los huecos pequeños le producía pérdidas al contratista, hasta nuestros días”, dijo Palma Castro.

Las obras más recientes

Durante la administración del exalcalde Álvaro Ramírez Gómez (1995 - 1997), se construyó el repartidor vial El Triángulo, a un costado del Sena, obra que tuvo un costo superior a los cuatro mil millones de pesos, obtenidos de la sobretasa al combustible. En su primera etapa, se construyó el puente Sudamericano de 185 metros de longitud. Con los mismos recursos de la sobretasa, se hizo la ‘Autopista del Sur’, que tuvo un costo de alrededor de siete mil millones de pesos. También fue posible la avenida 79, a la altura del barrio Jardín.

En el 2001, la Administración de la época proyectó una nueva obra de infraestructura para solucionar los trancones que se registraban en la glorieta del Monumento a la Música, en la intersección de la avenida Quinta con la Pedro Tafur y la Guabinal. Dicho proyecto se ejecutó diez años después y fue entregado durante la alcaldía de Jesús María Botero, el 27 de diciembre de 2011, esto después de adiciones en tiempo y dinero al contrato inicial, que terminó costando aproximadamente $18 mil millones de pesos.

Proyectos pendientes

● Puente de la calle 60

● Terminación de la calle 103

● Construcción de la avenida 13 o circunvalar

● Construcción de la calle 145

● Par vial de la calle 25

● Intercambiador vial de la calle 25 con 8

Proyectos que nunca se realizaron

● Construcción de un Tranvía

● ‘Trolización’ de Ibagué (Trolebuses).

● Construcción de un cable aéreo

Dato

En 1991, el recorrido entre El Salado y el centro de Ibagué se demoraba 16 minutos y con la ampliación de la avenida Ambalá desde el puente de Progal hasta San Carlos, se calculaba que el mismo viaje duraría entre 10 y 12 minutos. Hoy, el desplazamiento por ese mismo tramo tarda alrededor de 40 minutos, una hora o más.