Débil orientación vocacional para bachilleres: desempleo juvenil del 22.3% en Ibagué

Crédito: Suministradas/ El Nuevo Día.A nivel nacional esta cifra es del 17.6%
Estos son algunos de los dilemas e interrogantes que los estudiantes de educación media se plantean cuando están terminando su bachillerato:
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¿Qué debo estudiar en la universidad? ¿Cuál es la profesión que debo estudiar? ¿Cuál debe ser mi ocupación o empleo en el futuro? ¿Existen las condiciones apropiadas para tener éxito en el futuro?

La institución escolar debe contribuir a satisfacer estos y otros interrogantes relacionados con el futuro de los estudiantes más allá de las aulas. Dar orientaciones e información sobre situaciones que deberán afrontar en el futuro inmediato.

Si se trata de las opciones de empleo, están los datos estadísticos que el DANE suministra sobre empleo y desempleo de los jóvenes entre 15 y 28 años de edad.  El DANE hace sus cuentas estadísticas y ha divulgado el dato de que la tasa nacional de desempleo juvenil es del 17.6%, aún más grave que en Ibagué, entre 23 ciudades capitales, sea del 22.3%, la sexta más alta, a una diferencia de 5 puntos porcentuales, con relación a la nacional para este grupo etario, según datos del mercado laboral del trimestre junio-agosto pasado.

Si de cada 100 jóvenes entre 15 y 28 años de edad, 22 está desempleados en Ibagué, siendo que ya debieran haber terminado sus estudios de educación superior o universitaria o tener una ocupación formal en el mercado del trabajo, debiéramos pensar, desde diferentes esquinas, sobre los motivos de tal situación y qué podríamos hacer para remediar este problema de desempleo juvenil.

En este texto, no es del caso establecer los múltiples factores sobre la ocurrencia del desempleo entre los jóvenes que se origina en situaciones socioeconómicas del país y de las familias en particular, entre ellas la pobreza, el desempleo general en la población,  necesidades básicas insatisfechas, entre otras.

De cada 100 infantes que se matriculan en primaria, 44 se gradúan en bachillerato y sólo 39 avanzan hacia estudios en la educación superior, datos que registran la poca capacidad que tiene el sistema escolar y familiar para lograr el acceso y  la permanencia de los bachilleres en  grados y niveles educativos avanzados,  como consecuencia  de la alta deserción interanual del sistema educativo colombiano.

A menor nivel educativo alcanzado por los jóvenes, menores posibilidades de acceso al empleo en condiciones dignas y deseables y de paso, menor promedio de escolaridad de los colombianos. Se agrega que Colombia es el primer país con población NINIs según la OCDE (+27% = 3+ Millones), población que ni estudia ni trabaja, sólo el 50% de estudiantes que se matriculan en educación superior se gradúa.

Características del empleo juvenil 

El DANE, en el último boletín técnico de la Gran Encuesta Integrada de Hogares (junio-agosto) suministra datos sobre las ramas de actividad de la población ocupada, información útil para saber dónde están las mayores oportunidades de empleo. Las cinco ramas de mayor empleo juvenil, son en su orden: En primer lugar , comercio y reparación de vehículos, lo cual se puede traducir en empleos de venta de productos en tiendas y almacenes o como mecánicos y auxiliares de éstos;  en segundo lugar, agricultura y ganadería, lo cual favorece a quienes residen en el campo y tengan conocimientos sobre producción agrícola y cuidado de ganado; tercero, Industria y manufactura, actividad que exige mayores conocimientos sobre prácticas de  “transformación mecánica o química de sustancias orgánicas e inorgánicas en productos nuevos, elaborados bien sea a mano o con maquinaria”; en cuarto lugar, actividades de ocupación en alojamiento y servicios de comida, es decir, quienes trabajan en hoteles o restaurantes y en quinto lugar, en administración pública , en las fuerzas militares, en educación como docentes, en salud como enfermeros o médicos y profesiones afines.

¿Cuántos empleos de estas características están disponibles? En el bachillerato o en la universidad se ha formado a los jóvenes para estas ocupaciones?

 

La posición ocupacional de los jóvenes empleados 

El joven que aspire a un empleo, también tendrá en cuenta si admite ser obrero, jornalero o dueño de su propia empresa. 

El DANE suministra esta información con relación a los jóvenes ya empleados, que le servirá a quienes aspiren a un cargo o empleo. Las cinco posiciones más comunes  de los jóvenes ya empleados son en su orden: 1. Obrero, empleado particular; 2. Trabajador por su cuenta; 3. Trabajador familiar sin remuneración; 4. Jornalero o peón y 5. Empleado(a) doméstico (a). 

Son posiciones ocupacionales que están entre los empleos propios de la informalidad, que agrupa a la mayoría de quienes el DANE registra como empleados.

¿En qué queda la aspiración de un egresado del sistema escolar, frente a estos datos?

 

La orientación socio-ocupacional de los bachilleres 

El sistema escolar tiene una tarea relacionada con la orientación de los bachilleres hacia el empleo y están dadas las normas que establecen las obligaciones correspondientes. 

En tiempos de María Victoria Angulo González como ministra de Educación, egresada de la institución educativa Santa Teresa de Jesús de Ibagué y natural del Tolima, se expidió la Ley 2109 del 29 de julio de 2021, por la cual se fomenta la orientación socio-ocupacional en los establecimientos educativos oficiales y privados, dirigida a regular las actividades más conocidas como de orientación vocacional, de la cual deben ser beneficiarios los estudiantes de bachillerato. 

La ley tiene por objeto “promover la orientación socio-ocupacional  y definir los ámbitos de trabajo para la educación media en todos los establecimientos oficiales y privados… como proceso de acompañamiento a los jóvenes durante su momento de transición hacia  la educación postmedia y a la vida laboral”

De ser así, compete a los planteles educativos orientar a los estudiantes de grados décimo y once, hacia el acceso a la educación superior y a las actividades de trabajo, según sus intereses. Implica construir los perfiles profesionales y ocupacionales que interesan a los estudiantes.

Se parte de la idea de que los adolescentes y jóvenes en los últimos años de bachillerato, no saben qué profesión seguir o qué empleo buscar en el mercado laboral. “Incentivar en los estudiantes la capacidad de visualizar  el futuro deseado…la capacidad de proponerse metas…propender por el desarrollo y aprendizaje de las habilidades necesarias para el desarrollo de oficios y aprovechamiento de oportunidades laborales”. 

Son actividades que competen a todos los docentes y, principalmente, a los orientadores escolares, si disponen de ellos en el plantel. Porque son tareas que deben ser incorporadas en el desarrollo curricular, de las Ciencias Sociales, principalmente.

Es, entonces , una tarea a cumplir desde los planteles educativos, dirigidos a propiciar el empleo y evitar el desempleo en los jóvenes.

 

La oferta de orientación vocacional que hace “el camino al progreso”

Hay ofertas de orientación ocupacional hechas por organizaciones gremiales distintas a las organizaciones escolares y entre ellas las del “El Camino al progreso”, que dirige Letvin Lozano Rivera, un pensionado y  profesional en ventas , con 30 años de experiencia en las multinacionales IBM, Unisys y NCR.

Es el fundador y gerente de la empresa valor para crecer (VPC) cuya misión es apoyar la transformación de los equipos comerciales de las empresas de tecnología, desarrolló una carrera exitosa de 23 años en IBM de Colombia, donde tuvo varias responsabilidades locales e internacionales. Sus logros en estas tres multinacionales le valieron varios reconocimientos y premios y ahora quiere aportar sus conocimientos para, voluntariamente, contribuir a la orientación de bachilleres hacia el acceso a la universidad o al trabajo.  

Letvin fue decano de una facultad técnica de Ingeniería de Sistemas y es autor del libro Diagramación y Programación de Computadores, publicado por McGraw Hill en los países de habla hispana. 

Como servicio voluntario, actualmente es el director para Sur América de los capítulos de BYU Management Society, una asociación sin ánimo de lucro de la Universidad de BYU, cuya visión es “Ayudar a desarrollar el liderazgo ético y moral. 

Este profesional  está desarrollando la iniciativa filantrópica “El camino al progreso” para empoderar a los jóvenes bachilleres y que ellos encuentren su verdadera vocación, logren su profesión u oficio, y sean autosuficientes para su familia, reduciendo así́ la desigualdad social y la brecha de género.

Ofrece herramientas de orientación vocacional apropiadas para identificar y orientar la elección profesional de los bachilleres, guías para acceso a la educación superior, acceso a red de aliados , voluntarios y patrocinadores de estas acciones.

Para mayor información, rectores y docentes pueden acceder al correo Letvin.Lozano@gmail.com www.elcaminoalprogreso.com  

Imagen eliminada.

Fuente: Encuesta de opinión en educación, Jóvenes, de Empresarios por la Educación, agosto 2024

Credito
Luis Eduardo Chamorro Rodríguez

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