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En un nuevo giro de los acontecimientos en uno de los casos de corrupción más sonados del país, el expresidente Álvaro Uribe ha dirigido sus dardos hacia su antiguo rival político, el también expresidente Juan Manuel Santos, acusándolo de presunta corrupción en relación con el caso Odebrecht y la polémica Ruta del Sol.
Estas acusaciones abren un nuevo frente de batalla en la siempre tensa relación entre ambos líderes políticos, cuyas diferencias han marcado la escena política colombiana durante más de una década.
En su comunicado, Uribe ha sugerido que los dineros corruptos provenientes de la firma brasileña Odebrecht habrían influido en las elecciones de 2010 y 2014, en las que Juan Manuel Santos resultó victorioso.
Además, ha remarcado que la corrupción de Odebrecht también afectó a su propio partido, el Centro Democrático, haciendo referencia a las acusaciones de la Fiscalía contra Óscar Iván Zuluaga, candidato del partido en 2014.
La acusación de Uribe se centra en la Ruta del Sol, una ambiciosa obra de infraestructura que buscaba unir el centro del país con la región Caribe. Este proyecto ha sido un foco de controversia debido a los señalamientos de sobornos y corrupción asociados a la compañía brasileña.
La reciente sanción impuesta por la Comisión de Bolsa de Valores de Estados Unidos (SEC) al Grupo Aval y su filial Corficolombiana por su participación en sobornos con Odebrecht, ha reavivado la discusión sobre la corrupción en torno a la Ruta del Sol.
Santos coordinó los pagos, según Uribe
Álvaro Uribe ha citado información que, según él, recibió de fuentes vinculadas a la DEA y la CIA, alegando que Santos habría coordinado los pagos de Odebrecht. Sin embargo, hasta el momento no se han presentado pruebas concretas que respalden estas afirmaciones.
El expresidente Uribe también ha mencionado el presunto involucramiento de Juan Manuel Santos en la compra de votos durante la segunda vuelta de las elecciones de 2014. Según Uribe, los congresistas de Santos habrían reclamado dinero y el entonces presidente se habría comprometido a entregarlo para asegurar su reelección.
Santos, por su parte, ha respondido a través de sus redes sociales defendiéndose de las acusaciones y calificándolas de "calumnia temeraria, infame y contraevidente". Además, ha recordado que la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes ya archivó un caso similar contra él en agosto del año anterior.
Mientras Uribe y Santos continúan su intercambio de acusaciones, la sociedad colombiana observa con atención este nuevo episodio en la lucha política y el complejo escenario de corrupción que ha afectado a la nación sudamericana.
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