Tal parece que este año no se logrará concretar la reubicación de 106 familias que residen en el barrio Obrero y en cercanías a la quebrada El Botadero, en Villarrica, y que fueron priorizadas ante el movimiento en masa que aqueja la población hace varias décadas.

Conforme con el mandatario Julio César Pérez Ángel, luego de las anomalías encontradas en el terreno, el contratista, encargado del proyecto que plantea la construcción de más de 100 viviendas, adelantó acciones y “de acuerdo con los estudios que hizo no se puede ejecutar el proyecto”.

Teniendo en cuenta que en torno al predio de aproximadamente cinco hectáreas, contiguo al barrio Higinio Patiño, y adquirido por la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, UNGRD, afloran dificultades, el alcalde indicó que urge, de la mano de entidades del orden nacional y departamental, determinar dónde edificar la ‘Nueva Villarrica’.

Y es que en 2017, el Servicio Geológico Colombiano, SGC, reseñó en el marco del ‘Estudio para la evaluación por riesgo físico por movimientos de masa’ que para el casco urbano se obtuvo que las zonas de amenaza alta ocupan un área aproximada de 63.087 hectáreas.

“Estos sectores se encuentran ubicados hacia la parte central y oriental del área de estudio; las zonas de amenaza media ocupan un área aproximada de 29.138 Ha, correspondiente al 26.43% de la zona de estudio, en ellas se encuentran ubicados los barrios Centro, María Inmaculada, y Andalucía”, se puntualiza en el documento que surgió tras un convenio interadministrativo.

Y añade: “Los sectores en amenaza baja ocupan un área aproximada de 18.035 Ha, correspondiente al 16.36% de la zona de estudio, en esta zona se encuentran ubicados los barrios Higinio Patiño, Estadero el Relincho y Base Militar”.

Ante tal panorama, inició el proceso para trasladar de manera paulatina el casco urbano a un área menos vulnerable, y la construcción de las 106 viviendas consiste en la primera etapa, asunto para el que el Gobierno nacional destinó en su momento $8 mil millones.

¿Esperar más? 

El burgomaestre contó que recientemente tuvo lugar una audiencia de la Contraloría General de la República y reuniones con la Secretaría de Ambiente y Gestión del Riesgo del Tolima, respecto al reasentamiento

Sin embargo, en su concepto, “iniciamos de cero, volvemos a declarar calamidad, la calamidad nos va a dar la posibilidad de ejecutar otras acciones, pero mientras la UNGRD, el Gobierno nacional y Departamental no tomen cartas en el asunto al municipio le va a quedar difícil”.

En cuanto a las familias, acotó que si bien inicialmente se tiene registro de 160 en el barrio Obrero, con el transcurso del tiempo, la cifra, a su juicio, pudo haber aumentado. Asimismo, contó que si bien el riesgo ante la quebrada El Botadero se ha mitigado con obras desarrolladas junto a la Corporación Autónoma Regional del Tolima, Cortolima, una vez regrese la temporada invernal la preocupación aumentará.

“El sentir (de la comunidad) es la esperanza perdida, esperar uno años y años, ya les habíamos mostrado las maquetas, los habíamos ilusionado, usted sabe que la gente se hace una expectativa y de la noche a la mañana decirles se cayó, no hay nada, podrá pensar lo que se siente”, comentó Pérez Ángel.

Igualmente, sostuvo que “lo más triste es tener que padecer a diario el riesgo” e hizo énfasis en que el Municipio no tiene el ‘músculo financiero’ para ‘echarse al hombro’ el proceso de reubicación.

Por último, recordó los impedimentos alrededor de Villarrica, un municipio en zona de riesgo. “No podemos hacer inversión pública, un plan maestro de alcantarillado, pavimentar calles o realizar obras de infraestructura”, dijo el alcalde.

Dato

Esta redacción intentó establecer comunicación con la Directora de Gestión del Riesgo del Tolima, con el ánimo de conocer la percepción de la dependencia frente al proceso de reubicación de Villarrica, pero al cierre de esta edición no se obtuvo respuesta

“Cuando entré en 2020 tenía las esperanzas puestas en que ese proyecto se pudiera ejecutar”, alcalde Julio César Pérez Ángel.