La firma del decreto 2016, el cual apunta a la reapertura de los denominados ‘mataderos’ municipales, por parte del presidente Gustavo Petro, trajo consigo opiniones divididas en medio de un ‘camino’ que para el Gobierno nacional permitiría disminuir el precio de la carne.

El texto hace referencia a la reglamentación de ‘Plantas de beneficio animal categoría autoconsumo’ que, para ser autorizadas, deben estar ubicadas en municipios de quinta o sexta categoría. Aunado a ello, en la población no deben encontrarse plantas de categoría nacional.

Otro de los criterios a tener en cuenta, según el documento, consiste en estar incluído en el Plan de Racionalización de Plantas de Beneficio Animal adoptado en la región. 

Aunque el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, conforme un comunicado emitido por presidencia, indicó que “Junto con el Invima vigilaremos y controlaremos estos centros de sacrificio para que funcionen con todos los reglamentos y condiciones sanitarias que exige la salud pública”, el tema aún genera discusión para Álvaro Urrea, presidente de la Asociación de Frigoríficos de Colombia, Asofricol, quien en conversación con Blu Radio calificó de “innecesario” el decreto.

No obstante, para la titular de la cartera de Agricultura, Jhenifer Mojica, “con esto contribuiremos a la agregación de valor de la cadena cárnica en las regiones. Sobre todo los municipios más apartados de Colombia podrán tener acceso a carne de calidad sanitaria”.

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Voces de la región

Dada la coyuntura, esta redacción consultó al secretario de Desarrollo Agropecuario del Departamento y al gerente del Comité de Ganaderos del Tolima. Sus opiniones tienen un punto en común: la financiación.

Además de mostrarse crítico sobre el hecho que la reactivación de los ‘mataderos’ municipales provoque la disminución en el precio de la carne, porque a su juicio, hay otras variables en ‘juego’ como impuestos, producción, precio del ganado en pie, costos de combustible, Omar Valdes, quien lidera la cartera de Desarrollo Agropecuario, señaló que falta conocer de dónde van a salir los recursos para materializar la iniciativa.

“Para que estas plantas sean abiertas nuevamente,  que sería provechoso para los municipios, hay que hacer unas inversiones que superarían el presupuesto inclusive que tiene un municipio para trabajar”, comentó el funcionario.

En esa línea, Carlos Silva, gerente del Comité de Ganaderos del Tolima, contó que el “meollo del asunto” se encuentra en la financiación. “Bienvenida la reapertura guardando la proporción con calidad y sanidad, pero la pregunta es de dónde van a salir los recursos”.

Ante un escenario en el que “municipios como Rioblanco y Planadas, eventualmente pudieran tener oportunidad, pues reúnen condiciones de categoría y distancia a plantas de beneficio”, hizo un llamado a los mandatarios locales para evaluar el proceso. 

En todo caso, el secretario de Desarrollo Agropecuario aseveró que el aporte del gobierno Petro es clave, pues las administraciones municipales tienen otros frentes que también requieren atención, como es el caso de infraestructura vial y salud.

“Tiene que haber canalización de recursos, la operatividad es complicada, no se puede pretender que con un recurso limitado pueda dar apertura y operatividad, si no hay buen flujo de animales la planta sería inviable y podría terminar cerrada”, señaló Valdes, quien además recordó que es necesario tener en cuenta los requerimientos del Invima y reconoció que la tarea consiste en avanzar con respecto al abastecimiento.

Y es que en la región, según dijo, poblaciones como Villahermosa, Villarrica y Roncesvalles, tienen dificultades en torno a dicho tema “por lo lejano y rotación de animales que entrarían a sacrificio”.

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“Un municipio de sexta categoría que tenga 4 mil habitantes, que sacrifique entre 15 y 20 reses, e invierta $2 mil millones para construir planta de beneficio no los va a recuperar”,  Omar Valdes, secretario de Desarrollo Agropecuario del Tolima.

“A mayor número de plantas de beneficio, pudiera haber disminución de sacrificio clandestino, en cuanto a disminución en el precio, pudiera, pero no con el alcance que aspira el Gobierno, porque las plantas de beneficio son un elemento más para la composición del precio al consumidor”, Carlos Silva, gerente del Comité de Ganaderos del Tolima.