Un inexplicable sinsentido
Los primeros indicios con los que comencé a construir la sombra de una sospecha los percibí a bordo del sistema métrico de la ciudad donde, con ánimo meramente científico, empecé a chismosear durante mis trayectos cotidianos los títulos de los libros que leían sus pasajeros como un ejercicio rigurosamente académico que pretendía tomarle el pulso callejero a la literatura.