En actitud de protesta un significativo grupo de estudiantes de economÃa de la universidad de Harvard tomaron la decisión de retirarse del curso de introducción a la economÃa dictado por Gregory Mankiw. El argumento expuesto por quienes están llamados a ser la élite de las corporaciones empresariales globales y de los gobiernos de paÃses, es que existe un sesgo académico en dicha universidad que se expresa en la enseñanza exclusiva del modelo neoclásico el cual a juicio de estos no responde a la actual crisis económica mundial.
Los estudiantes de Harvard reclaman que el estudio de la economÃa debe incluir una discusión crÃtica de las ventajas y los defectos de los diferentes modelos económicos y el acceso a aproximaciones económicas alternativas.
Este hecho se suma a otros ocurridos en Francia e Inglaterra que también exigen un cambio en el enfoque de la enseñanza de la economÃa. En el caso de los estudiantes de Cambridge (Inglaterra) el reclamo es por obtener una mayor comprensión de los fenómenos económicos lo cual no se está logrando con la enseñanza de la teorÃa neoclásica o sus enfoques derivados. En EUA se han sumado a esta protesta estudiantes de la Universidad de Duke (Carolina del Norte) y de la Universidad de Berkeley (California).
El mensaje que se está enviando por parte de los estudiantes de economÃa de dichas universidades no debe ser desatendido por las facultades de economÃa del mundo y en especial de Latinoamérica. Es tiempo de que el pensamiento económico latinoamericano recupere el espacio crÃtico e integral que tuvo en décadas pasadas cuando por ejemplo escuelas como la Cepal orientó modelos de desarrollo para nuestros paÃses.
La Universidad de Ibagué acaba de adelantar un rediseño en el plan de estudios de la carrera de economÃa que pretende ponerla a la vanguardia de las necesidades de la región. Sin descuidar los fundamentos básicos de la economÃa predominante, la reforma aprobada por el consejo superior de la universidad está orientada a formar economistas calificados en las nuevas tendencias de la economÃa y con competencias para pensar crÃticamente y con la capacidad de proponer modelos de desarrollo que disminuyan la exclusión, la inequidad y la pobreza.
Con esta decisión la carrera de economÃa de la Universidad de Ibagué le lleva la contraria a la moda de las facultades de economÃa de formar economistas generalistas poco calificados para apoyar a especialistas o para desempeñarse en funciones gerenciales y le apuesta a formar economistas altamente calificados para los retos del desarrollo del siglo XXI.
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