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Partiendo de su versión de los hechos, el pasado lunes 17 de febrero, aproximadamente a las 9:00 pm, se dirigió hacia la tienda del barrio La Esperanza en Ibagué, donde reside con su esposa, pero al ver que estaba cerrada, optó por devolverse a su domicilio. En el trayecto, según cuenta, se encontró con unos patrulleros de la Policía (un hombre y una mujer). Allí, el uniformado le preguntó qué hacía a esa hora afuera, a lo que él respondió que venía de la tienda.
Ante esto, asegura Barrios que el policía empezó a gritarle frases ofensivas alusivas a su contextura delgada y su posible debilidad corporal para enfrentarse a una pelea. “Me dijo que yo qué hago en la calle, que vaya para la casa. Yo no le digo nada y sigo, y me empieza a insultar, que yo era un flaco desgalamido, que tenía más carne un zancudo, que para qué me pegaba, que usted no es capaz de pegarme”, dijo.
El joven asegura que optó por quedarse en silencio para evitar inconvenientes: “Yo no le digo nada para evitar problemas porque yo sé que si le digo algo es para problemas”, manifestó.
Acto seguido, narró que los motorizados, al ver que él iba a ingresar a la casa y que estaba abriendo la puerta, pasaron de largo con intenciones de irse, pero justo en ese momento, según Barrios, vio en la esquina de la cuadra a un amigo a quien decidió ir a saludar: “Yo, como no tengo nada, pues me devuelvo a saludarlo, y volteo a mirar y ellos se devuelven”. Puede leer: Incendio destruyó segundo piso de una casa en el barrio Modelia de Ibagué
En ese instante, los policías retornaron donde estaban los jóvenes y, presuntamente, el conductor de la moto lo increpó violentamente. “Y me tira la moto encima, y como vio que yo no le corrí ni nada, me frenó en seco y me mira y me dice que la gente como yo es alzada. Y yo no respondo nada, solo en la mente, porque donde diga algo llaman a 20 policías más y me pegan entre todos”, expresó.
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Acto seguido, continúa hacia su casa y cuenta que el uniformado ubicó la moto detrás de él y acelera, “como quien dice, arranque”. Al llegar a la puerta y meter la llave, dice sentir que es encuellado y jalado hacia atrás con fuerza. En medio de esta maniobra presuntamente implementada por la policía, Barrios cae mal y se lesiona de gravedad su tobillo izquierdo.
“Nosotros caímos hacia atrás, yo quedé encima de él boca arriba y sentí mucho dolor. Le dije que me había partido el tobillo y, cuando le digo eso, me presionó más del cuello y empecé a gritar. La compañera de él solo miraba y yo gritaba y gritaba, y yo miraba que nadie salía, hasta que una señora del segundo piso de la casa donde vivo salió a la ventana y vio lo que estaba pasando. Bajó corriendo y llamó a mi familia, que vive ahí enseguida en otra vivienda. Ahí salió mi mamá, mi papá y un tío, y el policía me soltó y se quedó quieto”, continuó. Además: Sicarios asesinaron a un ibaguereño en zona rural de Toro (Valle del Cauca)
Momentos posteriores fueron de tensión, pues Barrios recuerda que su papá, furioso con el policía, le preguntaba por lo sucedido con su hijo, reclamos ante los cuales, supuestamente, el uniformado no respondía nada.
“Yo admito que en ese momento yo sí lo traté mal y lo madrié porque, al verme el tobillo así y con ese dolor, me dio rabia, y no voy a negar que lo traté mal. La gente me decía que no lo tratara mal, pero es que yo tenía un dolor impresionante y le preguntaba por qué me hacía eso, y en ese momento que yo estoy con dolor y enojado, el policía empieza a grabar mi reacción”, dijo,
Luego, arribaron al sitio otros motorizados y allí surgió la iniciativa de llamar a una patrulla para que fuera trasladado a un hospital. Ante esto, Barrios se negó a ser llevado por ellos al centro médico, por lo que pidió que fuera llamada una ambulancia. No obstante, en este punto, según el joven, la Policía no quería encargarse de los gastos y solo se encargaría de llamarla, pero no de pagar el servicio. Al ver esto, la familia decidió tomar un taxi para dirigirse al Federico Lleras Acosta.
Estando en el hospital, asegura que ha pasado por duras situaciones al enfrentarse al dolor de la reacomodación de su tobillo y que hoy será sometido a una cirugía, ya que su herida es delicada y compromete varios huesos.
Asimismo, expresó con nostalgia que su pasión por montar bicicleta quedó pausada, pues con este inconveniente no podrá volver a subirse en una en un buen tiempo. “El doctor me dijo que el tobillo me quedó un poquito más delgado”, relató.
Sobre el posible motivo por el cual se desencadenó todo, Barrios argumenta que no es como lo ha hecho saber el policía implicado: “Me ha llegado información de que él dice que fue porque yo no me dejé hacer una requisa. En ningún momento él me iba a hacer una solicitud, y si fuera así, tampoco tenía el derecho de hacer eso como lo hizo”, dijo.
Respecto a las diligencias judiciales, expresó que su esposa le ha ayudado a gestionar la respectiva denuncia ante la Fiscalía y que su tío también está colaborando en este proceso para que, según él, se haga justicia. También: Ejército Nacional capturó a ‘Veneno’ y su grupo delincuencial en Ibagué
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Este medio intentó comunicarse con la Policía Metropolitana de Ibagué y allí explicaron que no han recibido la queja formal del ciudadano para activar el comité que se encarga de investigar la veracidad y si hay o no responsabilidad de los uniformados. Asimismo, indicaron que el comando de la Metib está atento al caso y, posiblemente, en las próximas horas emitirán un pronunciamiento.
Dato: Jaime Barrios asegura que la institución no se ha acercado a conocer su estado ni a colaborarle.
Nota: El afectado reconoce que esta situación le ha afectado mucho económicamente porque debe pagar la cirugía y, ahora sin trabajo, su bienestar y el de su familia se ven en riesgo.
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