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Tulio Zuloaga vivió dos días de puro sabor tras su visita a Ibagué la semana pasada, gracias al mini tour gastronómico en el que tuvo la oportunidad de probar numerosas delicias alrededor de la ciudad. El influencer además, dialogó con El Nuevo Día donde contó todo sobre su visita a Ibagué.
Él, con su carisma y amabilidad, dejó encantados a los vendedores de la plaza de la 28, la parada principal que realizó el viernes, dispuesto a probar la lechona, tamales, bizcochos, avena, entre otras comidas preparadas por las manos de mujeres trabajadoras de la ciudad.
Así mismo, se llevó tremenda sorpresa en un restaurante de La Pola, donde recibió un merecido reconocimiento.
El recorrido de sabores
El jueves, Tulio llegó directo a probar los tamales de Don Floro, populares en la Capital Musical por su tradición en el barrio La Francia, un emprendedor al que destacó por medio de una video crónica en su perfil de Instagram.
Luego, el viernes en la mañana lo dedicó a la Plaza de la 28, donde llegó dispuesto a dialogar con las decenas de vendedores que cada día sacan sus ventas típicas para encantar a propios y turistas con los sabores tolimenses.
Primero, Tulio probó la lechona de La Mona Sixta con “carne de excelente calidad, hecho hace muchos años por nuestros abuelos, asada en horno de leña”, le narró la vendedora. A Tulio le encantó, sobre todo el ‘cuerito’ tostado del cerdo.
Luego, se fue a tomar avena en “Avena La Abuela”, una especie de colada con azúcar, leche, almidón y avena. Sus pasos lo llevaron a la lechonería “Tolima Grande” a probar el tamal con copeta, es decir, coronado con lechona. Las expresiones del influencer lo dijeron todo: lo amó.
Además, probó almojábanas, bizcochos de achira, buñuelos, etc. “Que delicia de experiencia la de la Plaza de la 28 aquí en Ibagué, tienen que venir a conocerla (…) adicionalmente alimentarse con la energía de todas estas maravillosas cocineras, vamos a reconocerlas y a devolverles la gloria que la calle les ha negado”, narró Tulio.
Finalizó diciendo “gracias Ibagué, pronto volveré”, una promesa que quedó marcada con agradecimiento en los corazones ibaguereños.
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