El grito de alerta, "¡un niño muerto, un niño muerto!", fue escuchado por la comunidad del del barrio Velódromo, en la comuna 11 de Medellín lo que desató la inmediata movilización de las autoridades. Tras la llamada a la línea de emergencias 123, el protocolo para inspeccionar un cadáver se activó, y las unidades del cuadrante de la Policía Metropolitana acordonaron la zona, mientras esperaban la llegada de los agentes del CTI de la Fiscalía y la Sijín.

En el lugar, los residentes comenzaron a especular sobre lo sucedido. "La gente decía cosas horribles en contra de la mamá como ‘desgraciada’ y ‘pobre criatura’", relató un testigo de los hechos.

Cuando los investigadores comenzaron a revisar el cuerpo se dieron cuenta de que el feto era un muñeco de juguete, sin cabeza, cubierto con la cobija ensangrentada. El hallazgo sorprendió a los agentes, quienes no pudieron evitar soltar una carcajada ante la inesperada situación. "Se armó tremendo bololó", comentó uno de los residentes, quien fue testigo de la escena.

Finalmente, los uniformados decidieron dejar el muñeco en la misma zona para que fuera recogido junto con el resto de los desechos. Sin embargo, persiste el misterio sobre por qué la cobija estaba manchada de sangre. Algunos sospechan que podría tratarse de una broma, mientras que otros sugieren que podría estar relacionado con rituales de brujería que involucran muñecos de bebés.