Tras la polémica debido a los recientes aumentos en las tarifas de los peajes a nivel nacional, la ministra de Transporte, María Constanza García, aclaró la situación y socializó medidas para mitigar el impacto en sus usuarios. 

En una entrevista, la funcionaria señaló que los incrementos están contemplados en los contratos con los concesionarios y se ajustan con los concesionarios y se ajustan al Índice de Precios al Consumidor (IPC). No obstante, reconoció la complejidad de implementar estos aumentos en un ámbito económico desafiante y con un alto nivel de sensibilidad ciudadana.

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Asimismo, la ministra explicó que de los 22 peajes autorizados para aumentar sus tarifas, 14 decidieron no hacerlo, teniendo en cuenta las solicitudes de los usuarios y las conversaciones con la ANI. Entre los peajes que no registran incrementos se encuentran: Autopistas del Caribe, Bogotá - Villavicencio, Pacífico dos y Pacífico tres.

Por otra parte, algunos peajes presentaron aumentos considerables como el de Acceso Norte uno, con un incremento del 33% para la categoría uno. Otros peajes con aumentos significativos son: Pasto - Rumichaca, Cisneros y Carmen de Bolívar. 

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Ante esta situación, la ministra García indicó que suspenderán por seis meses los aumentos en los peajes que todavía no se han aplicado. En este periodo, buscarán alternativas para hallar una fórmula que permita incrementos más graduales y que no impacten tan fuertemente a los usuarios. Asimismo, revisarán los contratos con los concesionarios para garantizar que los aumentos futuros sean más justos y equitativos.

La ministra aclaró que los recursos obtenidos por concepto de los aumentos ya realizados se destinarán a cubrir los costos de las concesiones. Si bien no se contempla un reembolso masivo, se buscarán mecanismos para que estos recursos se inviertan en mejorar la infraestructura vial y los servicios a los usuarios.

La decisión de la ministra de suspender temporalmente los aumentos en los peajes ha sido bien recibida por diversos sectores de la sociedad, que ven en esta medida un gesto de sensibilidad ante las dificultades económicas que atraviesan los colombianos. Sin embargo, aún queda pendiente encontrar una solución definitiva que permita conciliar los intereses de los concesionarios con las necesidades de los usuarios.