El subintendente García Ramírez fue capturado por agentes de la Sijín de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá y presentado ante un fiscal del Centro de Atención Integral a Víctimas de Abuso Sexual (Caivas), quien le imputó cargos por los delitos de actos sexuales violentos y acoso sexual agravado. 

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Según la investigación de la Fiscalía, los hechos habrían ocurrido entre 2023 y 2024 en la estación de Policía Laureles, ubicada en la calle 42 con la carrera 75, en el occidente de Medellín. Al parecer, el subintendente García Ramírez hostigó sexualmente a cuatro víctimas, e incluso habría encerrado a dos de ellas en un baño para realizar tocamientos de tipo sexual.

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Durante las diligencias judiciales, el subintendente no aceptó su responsabilidad en los hechos. Sin embargo, el juez determinó que existen pruebas suficientes para dictar medida de aseguramiento en su contra. La captura y judicialización de García ha generado diversas reacciones, organizaciones de derechos humanos y colectivos feministas han exigido justicia y han destacado la importancia de que las víctimas denuncien este tipo de delitos. Asimismo, han llamado a las autoridades a tomar medidas efectivas para prevenir y sancionar el acoso y la agresión sexual en el ámbito laboral.