Hace pocos días empleados de Microsoft, acompañados por alguaciles de los Estados Unidos, allanaron dos edificios de oficinas, uno en Pennsylvania y otro en Illinois, para detener una de las formas más perniciosas de la delincuencia en línea hoy en día, los ‘botnets’, que son grupos de computadoras que se usan para obtener fraudulentamente contraseñas de cuentas bancarias personales y otro tipo de información que roban de millones de otros equipos.

Con una orden de arresto de por medio, abogados y personal técnico de Microsoft reunieron pruebas y desactivaron servidores web supuestamente usados por los delincuentes en un plan para infectar computadores y robar datos personales. Al mismo tiempo, Microsoft tomó el control de cientos de direcciones web que, al parecer, fueron utilizadas como parte del mismo esquema.

Un lugar más seguro
La redada fue parte de una demanda civil interpuesta por Microsoft en su cada vez más agresiva estrategia para liderar la lucha contra estos delitos y superar así la demorada acción de las fuerzas del orden. En este caso el objetivo son los equipos utilizados para controlar las redes    botnets, usadas para delinquir.

Microsoft ha dicho que tiene un gran interés en hacer de Internet un lugar más seguro y en esto hay que tomar en cuenta que el sistema operativo Windows de Microsoft aún se ejecuta prioritariamente desde computadores conectados a Internet, lo que los convierte en el objetivo más atractivo para los delincuentes en línea.

La participación de Microsoft en la lucha contra los delitos informáticos, es una creación de Richard Boscovich, un ex fiscal federal de los Estados Unidos que hoy es abogado de la unidad digital de crímenes de Microsoft, que es el que tiene como misión detectar los fraudes que podrían afectar los productos de la compañía.

Mensaje de advertencia
Boscovich diseñó una nueva estrategia legal para sustentar el creciente número de demandas civiles de Microsoft contra delincuentes online. Entre otras cosas, sostuvo que los culpables de redes de botnets estaban violando marcas registradas de Microsoft a través de falsos correos electrónicos que se utilizan para propagar su software malicioso.

Sin ningún pudor, Boscovich dijo públicamente que el allanamiento del viernes pasado tenía la intención de enviar un mensaje a los delincuentes: “estamos haciéndoles saber que los estamos viendo”, dijo, después de haber participado en el operativo de Pennsylvania.

Microsoft ya había perseguido a tres redes de bots en el último par de años, y lo había hecho con la estrategia de las demandas civiles. En todos los casos obtuvo órdenes judiciales que le permitían apoderarse de las direcciones Web y equipos asociados con las redes de delincuentes sin necesidad de notificar a los dueños de las páginas.

Aún falta mucho
Los expertos en seguridad han considerado que las tácticas de Microsoft han sido eficaces a la hora de perseguir a esta clase de criminales informáticos, aunque dijeron que también hay que reconocer que falta mucho para pensar en que se erradique a las botnets.

Sea como sea, así por ahora haya sido exitosa esta nueva estrategia de Microsoft contra los delitos informáticos, además de los debates sobre su futura efectividad, estará también la discusión más de corte político, de si están creando grupos paralelos a las fuerzas estatales para combatir el crimen, lo que tiene en la historia nefastos antecedentes.