"Con pena, rabia e indignación hemos visto como en las últimas semanas y meses han surgido nuevas y graves denuncias de abusos sexuales (a niños) cometidos por adultos que tenían la responsabilidad de cuidarlos, formarlos y protegerlos y que no cumplieron", dijo el presidente chileno, que aseguró haberse reunido con varios padres de víctimas.

El mandatario dio a conocer una agenda de medidas como el endurecimiento de las condiciones carcelarias de los condenados por abuso sexual, y un mayor agravante en las penas de aquellos abusadores con contacto diario con los niños.

También se incluyen proyectos ya aprobados, como la creación de un registro nacional de pedófilos, el impedimento a ejercer cualquier oficio relacionado con niños, o la aplicación del brazalete electrónico para que los condenados no puedan acercarse a sus víctimas.

También se tiene previsto crear una "Defensoría del Niño", aumentar en 1.6 millones de dólares los recursos para el Servicio Médico Legal, e implementar una entrevista única para los niños afectados, de manera que no tengan que repetir su testimonio en sucesivos interrogatorios durante el proceso judicial, entre otras medidas.

Según datos de la Fiscalía Nacional, las denuncias por abusos sexuales a menores de 14 años aumentaron este año un 22 por ciento en el país.

En los últimos meses, una decena de denuncias por abusos sexuales han salpicado a varios colegios y jardines infantiles, especialmente en la zona oriente -la más pudiente- de Santiago, causando un gran revuelo mediático.

Estas acusaciones se suman a otra decena de denuncias contra sacerdotes de la Iglesia Católica chilena, que están actualmente en investigación.