PUBLICIDAD
Los ciudadanos rechazaron con arengas y carteles esta obra, con la que la administración de Hurtado pretende ‘trasladar la ciudad a la modernidad’, como afirmó el secretario de Infraestructura.
Según información suministrada a El Nuevo Día, la situación se presentó debido a que el alcalde había citado a un grupo de comerciantes y comunas aledañas a la calle 60, a una reunión, en la cual se esperaba tener un diálogo abierto entre las partes. Sin embargo, pese a lo acordado, el alcalde nunca llegó.
“Estuvimos allá cumpliendo la cita pero nos dejó plantados. Entonces hicimos un plantón en la avenida octava con 60, donde decimos no, al ‘monstruo’ de la 60”, manifestó uno de los ciudadanos.
¿Por qué tanto rechazo a la obra?
El viaducto de la 60 se ha convertido en uno de los proyectos que la administración local se ha empeñado en sacar adelante, contra viento y marea. Esta obra, que pretende transformar la movilidad en la ciudad, consiste en la construcción de un puente elevado, un deprimido, una glorieta y una cicloruta.
Desde el principio, sacarlo adelante fue una de las promesas de campaña del ahora alcalde Andres Hurtado, y es por ello que se consiguió que el Concejo aprobara un empréstito por $105.000 millones de pesos, de los cuales, $40.000 millones se destinarían para esta obra.
Sin embargo, desde el lado de los comerciantes, existe una fuerte preocupación con que el viaducto quede convertido en otro elefante blanco por falta de recursos, lo que afectaría gravemente las ventas del sector.
“Sabemos que el alcalde quiere dejar firmado el contrato y pasar por encima de nosotros los comerciantes que nos veremos afectados si llegan a construir ese puente, porque sabemos que no hay plata y nos dejarían un elefante blanco”, afirmó uno de los manifestantes.
Le puede interesar: La incertidumbre del intercambiador vial de la 60
Otras Críticas
Por su parte, hay otro motivo que utilizan los detractores para oponerse a este proyecto, y consiste en el aparente sobrecosto que existe, pues prácticamente se duplicó el presupuesto al pasar de $45.000 millones aprobados, a cerca de $90.000 millones.
A lo que se suma el retraso en las obras, debido a que para inicios del pasado mes de julio, el viaducto debía empezar a ejecutarse. Sin embargo, para esta fecha, los trabajos no inician.
Adicionalmente, Diego Alejandro Zuluaga Salazar, uno de los detractores, sostiene que la ciudad cuenta con otra serie de prioridades a las cuales deberían prestarles mayor atención.
“Si hablamos del tema de movilidad, con esos recursos podría terminarse de completar la 103, que realmente sí impactaría en la descongestión del tráfico entre las comunas 7, 8 y 9 (las más pobladas de Ibagué). O si estamos hablando del tema de agua potable, con esos recursos podría financiarse gran parte de las obras del acueducto complementario para dejarlo construido de una vez por todas.” Afirmó.
Le puede interesar: ¿En qué va el intercambiador vial de la calle 60?
Comentarios