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Residentes de la Manzana B del barrio Rincón del Pedregal, mostraron su preocupación por vivir en medio de una emergencia sanitaria”.
El 31 de diciembre mientras muchas familias se preparaban para recibir el año con los rituales acostumbrados, los habitantes de la comuna seis relataron que su celebración se vio ‘empañada’ por una fuerte lluvia en horas de la noche, con la que colapsó la red del alcantarillado llevando a flote ratas, condones, toallas higiénicas y heces fecales.
Sin dejar de lado los olores nauseabundos que a la fecha invaden los diferentes espacios de sus viviendas y por los que algunos han optado por irse, ya que con el sol el mal olor se intensifica y si llueve salen más residuos.
“Nos ha tocado trasladarnos a las habitaciones de atrás porque el olor en la sala y demás espacios de la casa no lo aguantamos. Ya nos estamos organizando para irnos donde un familiar.
El 31 llamamos a la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado, Ibal, y no hubo respuesta, hoy (ayer) estamos llamando entre varios vecinos a ver si nos dicen algo concreto, porque sólo manifiestan que ya está el radicado, pero no dan hora, día de visita, nada” comentó Denisee Suárez una de las afectadas.
Y es que los denunciantes consideran que la situación no da a esperar porque son más de 15 familias directamente las afectadas, la mayoría de ellas integradas por personas de la tercera edad, donde algunos padecen enfermedades que se pueden agudizar, como el caso de la vecina de Suárez, quien tiene Cáncer.
“Esa es la entrada principal al barrio, esto podría terminar en una epidemia porque ese excremento humano los carros y las motos lo salpican al transitar y se lo llevan en las llantas, y después meten el vehículo a la casa” aseveró otro residente del Rincón del Pedregal.
La comunidad presume que la circunstancia por la que atraviesan se pudo evitar ya que el Ibal en noviembre los visitó e hizo un estudio del alcantarillado con una máquina, tomaron fotos y colocaron una cinta de seguridad en algunos de los huecos que se originaron en la vía a mediados del 2022 y, que con el paso de los días se ha socavado más y permanece empozado de aguas residuales.
A parte de eso, el deterioro en la red hizo que se abrieran otros puntos de fuga de aguas residuales metros más abajo del primer orificio que se produjo en la calle.
Abandonados
El barrio, que se ha caracterizado por su zonas verdes por estar cerca al río Chipalo y a la quebrada Las Panelas, y por lo cual se le denomina el pulmón verde de la ciudad, de acuerdo con lo manifestado por varios pobladores, desde hace más de 35 años no se pavimenta una sola calle.
“No sabemos qué pasa, ni a qué se deba la situación, pero a la calle 86 ya se le cambio el alcantarillado y esperábamos la pavimentación, sin embargo nos dijeron que hasta que no se instale la tubería en otras cuadras, no empieza la adecuación de la malla vial, aunque eso está demorado y vea lo que ya nos pasó, se nos agrió la noche de fin de año”, puntualizó un residente.
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