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Lo que comenzó como un emocionante viaje de vacaciones para Leah Rogers, una joven de 17 años de Gales, Reino Unido, se convirtió en una pesadilla inimaginable que dejó a su familia y amigos devastados. Leah, acompañada de sus amigas, decidió disfrutar de unas merecidas vacaciones en Mallorca, España.
Sin embargo, el regreso a casa se convirtió en un tormentoso camino de sufrimiento y angustia.
Después de días de diversión bajo el sol de Mallorca, Leah regresó a su hogar en Gales, pero pronto se dio cuenta de que algo estaba mal. Experimentó molestias en la garganta, un malestar que en un principio parecía insignificante.
Sin embargo, este se intensificó rápidamente hasta el punto en que Leah ya no podía ingerir alimentos ni bebidas sin sentir un dolor insoportable.
Fue allí cuando buscó ayuda médica. Los doctores diagnosticaron un dolor de garganta y le recetaron antibióticos como tratamiento, el cual no generó mejoras en su condición. La joven seguía luchando con el dolor de garganta, y su salud empeoraba rápidamente.
Todo empeoró rápidamente, hasta que murió
Regresó al hospital donde le revelaron noticias aún más alarmantes. Leah tenía lo que se conoce como "fiebre glandular" y una insuficiencia hepática que, combinada con el uso de medicamentos, terminaron por dejarla en cuidados intensivos.
"Llegó al punto en que accidentalmente tuvo una sobredosis de paracetamol porque estaba tomando demasiados analgésicos", compartió la madre de Leah en diálogo con el sitio 'Wales Online'. "Pensábamos que finalmente veríamos una mejoría, así que nos sentimos un poco más tranquilos. Pero, después de unos días, comenzó a sentir dolor en el abdomen. Cuando los médicos la examinaron, inmediatamente le informaron que tenía fiebre glandular".
Finalmente, los médicos del Hospital Queen Elizabeth informaron a la familia que la joven padecía una enfermedad grave llamada linfohistiocitosis hemofagocítica, una afección en la que el sistema inmunológico se vuelve hiperactivo y ataca los órganos del cuerpo.
Con tan solo tres meses para cumplir 18 años, Leah Rogers perdió la batalla contra esta enfermedad devastadora. "Tomamos la desgarradora decisión de comenzar a disminuir la medicación. Luego suspendieron el soporte vital y en cuestión de minutos ella ya no estaba", explicó la madre sobre la forma en que falleció la jovencita.
La comunidad en Gales y Mallorca está conmocionada por esta trágica pérdida. La historia de Leah Rogers sirve como un recordatorio de que la salud es frágil y que debemos cuidarnos y atender cualquier síntoma preocupante.
La familia y amigos de Leah están pasando por un momento de dolor inimaginable mientras tratan de comprender cómo unas vacaciones de ensueño pueden convertirse en una pesadilla tan cruel.
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