Por favor: expliquen sin plastilina

Carmen Inés Cruz Betancourt

Múltiples situaciones mantienen cargado de angustia e incertidumbre el ambiente político y social que vivimos en el país, y eso nadie lo ignora porque no es cuestión de conocimiento, es la sensación que nos sobrecoge.
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Por ello es imperativo que especialmente quienes ocupan altas posiciones de gobierno y liderazgo político y social eviten que sus reacciones y los mensajes que emiten agudicen la crispación.

En esa línea destaco la inconveniencia del estilo que vienen manejando, tanto la Directora de la Corporación Autónoma Regional - Cortolima, como el Alcalde de Ibagué, en sus declaraciones en torno a la negativa de la primera de autorizar una concesión de agua de la quebrada Corazón para su utilización por la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado -Ibal. Es así como en rueda de prensa la Directora expone las razones técnicas de su decisión, señalando que lo hace: “Con un poco más de plastilina para que cualquier niño de tercero de primaria pueda entender…” (El Nuevo Día 29-04-2023.Pg.A4). Y, posteriormente, utilizando el mismo estilo, el Alcalde reitera sus argumentos: “Con plastilina para la Directora… que no entendió lo que un niño de primaria entendería fácilmente” (El Nuevo Día 01-05-2023.Pg.A10) .

Una y otro tienen razones importantes que explican sus posiciones, pero con agravios no lograrán salida alguna a tan crucial problema y, por supuesto, la perjudicada es la ciudadanía. Es imperativo, por tanto que, tan importantes funcionarios actúen teniendo en cuenta que, por sobre todo, deben procurar el bienestar y la convivencia ciudadana y no agudizar la conflictividad social. También, que dar buen ejemplo y educar no es solo tarea de maestros y padres de familia, lo es, y de qué manera, de la dirigencia.

Es de público conocimiento el mal manejo que se ha hecho de la capacidad hídrica con que cuenta el entorno de Ibagué, y no solo en esta administración sino que se viene acumulando de tiempo atrás. La obsolescencia de las tuberías en muchos sectores y el despilfarro de agua por las múltiples fugas que reporta con angustia la ciudadanía, sumadas a la insuficiente cobertura y calidad del servicio, delatan un problema de eficiencia del Ibal y de los ‘Acueductos Comunitarios’ y así se ha denunciado muchas veces y por diversos medios, sin que las entidades competentes hayan actuado con la debida diligencia dando prioridad a la solución de tan crucial problema. Hoy, nada resuelve acudir al ‘espejo retrovisor’ excepto para evitar los errores cometidos, y resulta inaceptable que quienes dirigen las entidades responsables, en cambio de aplicarse a encontrar salidas viables, se trencen en agravios que hacen aún más difícil encontrar soluciones. 

El lenguaje y el estilo tienen un gran impacto cuando se trata de buscar soluciones, y mucho más si los problemas son complejos. Ello resulta sobreevidente en estos momentos, cuando el país enfrenta disyuntivas que se agravan por las flagrantes fallas que se observan en esta materia en quienes conducen procesos y negociaciones que podrían llegar a mejor puerto si se trataran de mejor manera. 

Cabe entonces el llamado ciudadano a quienes dirimen el tema que nos ocupa, y demás asuntos relacionados con la problemática del agua en nuestro entorno. Los directivos en referencia son observados bajo lupa y no pueden olvidar que son ‘servidores públicos’ y éste es un problema de importancia vital, así que Por favor: dialoguen y expliquen sí, pero sin plastilina… sin agravios. Aquí es oportuno mencionar algo que reiteraba con acierto el exministro Rodrigo Escobar Navia: “necesitamos más solucionólogos que problematólogos”.

 

CARMEN INÉS CRUZ

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