¿Qué hay detrás del paro de buseteros?

La semana pasada vivimos dos días de caos total en Ibagué, nuevamente el desgobierno que se percibe en la ciudad cobró vida y propició toda suerte de incomodidades a los ciudadanos y serias afectaciones a la economía local.

Espantando miedos

El establishment colombiano había comprado y difundido la idea que en un eventual Gobierno de Petro las cosas en el país se pondrían feas. Se transgrediría el derecho a la propiedad privada, se cambiaría el modelo económico, se silenciaría a la oposición y a la prensa, se harían concesiones inaceptables a los grupos al margen de la ley, y un cumulo de otras arbitrariedades sobrevendrían, según ellos, sobre nuestra sociedad y nuestra economía en caso que ganara las elecciones el candidato del progresismo.

Prevenir la tragedia

El Servicio Geológico Colombiano ha informado sobre el aumento de la actividad del Volcán Cerro Machín, declarando la alerta amarilla y reportando cerca de 400 eventos sísmicos hasta el sábado pasado. 

Batería de ollas podridas

El Gobierno de Petro no está alcahueteando nada y en pocos meses ya ha destapado escandalosos casos que, más allá de confirmar abominables entramados de corrupción que se han consolidado años atrás en varias entidades públicas del orden nacional, dejan mal parado al Gobierno anterior que parece que “ni se dio cuenta” o al menos no dijo “ni mu”. 

Decisiones que matan

A la caótica movilidad de Ibagué se suma un drama mayor: este año ya se acumulan 70 muertos en accidentes de tránsito y 736 heridos. El crecimiento de estas tasas con relación al año anterior es alto y está muy por encima en comparación con las estadísticas nacionales.

Por buen camino

Los primeros cien días del Gobierno Petro pintan bien, si es cierto el refrán que reza que “desde el desayuno se sabe cómo va a ser el almuerzo”, podemos creer que este barco nos llevará a buen puerto.

El cambio ya empezó

La aprobación de la reforma tributaria es el primer gran triunfo político del Gobierno de Gustavo Petro y es, a su vez, la entrega de una inmensa responsabilidad que obliga que con los recursos adicionales recaudados se empiecen a materializar las políticas sociales por las que las mayorías en Colombia votaron. 

Reforma manoseada

Al paso que vamos va a ser muy difícil lograr construir un modelo tributario que verdaderamente ayude a disminuir las desigualdades y a generar un proceso de redistribución de la riqueza escandalosamente concentrada.

Cuidado con La Niña

El descomunal aguacero que colapsó la ciudad de Ibagué la semana pasada confirmó lo que ya las agencias meteorológicas de Estados Unidos habían advertido y había sido reforzado por el Ideam y el mismo Presidente de la República desde comienzos de septiembre: experimentaremos una temporada de lluvias sin precedentes que producirá enormes consecuencias sociales y probablemente socavará aún más la realidad económica que vivimos por cuenta de la inflación y los asomos de recesión.

Regalos que no fueron

A la cumpleañera Ibagué sus gobernantes la dejaron vestida y alborotada. Con prácticamente tres años de mandato a cuestas, el montón de promesas que le habían hecho a los ibaguereños y que sí habrían significado regalos valiosos para la ciudad, finalmente terminaron siendo una burla abierta y descarada que constata su capacidad para mentir con tal de conseguir llegar al poder. El tal Musicable no apareció, ni siquiera unos estudios y diseños como para disimular que algún día hubo interés en realizarlo de verdad. Tampoco el tan cacareado viaducto de la calle 60, del que finalmente no lograron los estudios completos pero sí habían tramitado ante el Concejo un oneroso crédito para financiarlo. El acueducto complementario que recibieron en una fase muy avanzada quedando pendiente algunas obras para conectarlo con la planta de La Pola tampoco se logró, incluso, por ningún lado se vio la famosa planta de tratamiento que supuestamente construirían para los barrios del sur, un timo más. El boulevard de la quinta que lo anunciaron desde el inicio del mandato como el proyecto que le “cambiaría la cara” a la principal avenida de la ciudad, pero del que no se ha visto si quiera la primera piedra. Lo mismo ocurrió con la inexistente adecuación del parque Centenario, después de las críticas por haber anunciado unas abominables obras que acabarían con la vida natural en ese pulmón de la ciudad, dijeron que reformularon el proyecto, aun así, ni la maltrecha cubierta de la concha acústica ha recibido si quiera una manito.