LA VIDA SI VALE MUCHO

libardo Vargas Celemin

Lo escuché por primera vez en 1976. Colombia atravesaba un periodo convulso debido a la lucha generalizada del sindicalismo. Las organizaciones de la salud por primera vez se lanzaron a desarrollar un paro, inicialmente fueron los médicos del antiguo seguro social y más tarde otras organizaciones de todo el país.
PUBLICIDAD

Hubo toma de calles, hospitales, carreteras. Los médicos habían entendido que ellos también eran trabajadores y codo a codo estuvieron gritando consignas, exigiendo mejores condiciones de trabajo y Colombia se enteró de las circunstancias infrahumanas que debían soportar, con remuneraciones paupérrimas y horarios asfixiantes. Fue en medio del calor de esa lucha que su voz y su guitarra se impusieron sobre las multitudes y coadyuvaron a que miles de latinoamericanos viéramos la realidad desde otras perspectivas.

Siempre admiré sus canciones y las disfruto todavía, sobre todo, ese trabajo de musicalizar la poesía de José Martí. Quienes fueron mis alumnos de Literatura Hispanoamericana en la UT deben recordar estos versos; “Yo soy un hombre sincero/de donde crece la palma/y antes de morirme quiero/ echar mis versos del alma/. Igual cosa sucedió con los poemas de Nicolás Guillén: “¡De qué callada manera/se me adentra usted sonriendo/como si fuera la primavera! / (Yo, muriendo.). Este arraigo por lo cubano lo lleva a investigar los ritmos tradicionales de la Isla y fusionar su composición con una música romántica como el feeling y de esta manera surge la Nueva Trova Cubana.

A partir de 1967 se dedica a componer canciones de contenido político. Se une a una pléyade de cantautores y cantantes como Chico Buarque, Víctor Jara, Violeta Parra; Mercedes Sosa, Pablus Gallinazos y tantos otros que se toman los bares y las universidades para entusiasmar a una juventud que sueña en las transformaciones que requiere este continente. Él escribió la historia del bolero y otras investigaciones que enriquecieron el conocimiento de la música popular. También hizo la banda sonora de siete películas, como aporte al desarrollo del cine latinoamericano. 

Fue uno de los grandes fundadores de la Nueva Trova Cubana y la Nueva Canción, este movimiento se extendió por toda América y su principal característica es la denuncia, a veces hasta a la propia revolución cubana. Muchos cantautores se suman a esta expresión que genera un compromiso autónomo, sin caer en el dogma ni el panfleto, pues pusieron en cada canción su espíritu auténticamente revolucionario.

En la mañana del martes, la noticia de su muerte se mezcló con el llanto de los argentinos por su derrota futbolística, sin embargo, su voz y su guitarra seguirán taladrando la conciencia de los latinoamericanos, porque aquí todavía: “La vida no vale nada / si cuatro caen por minuto/Y, al final, por el abuso se decide la jornada”.

 

Buen viaje, Pablo Milanés.

 

LIBARDO VARGAS CELEMIN

Comentarios