Un asesor de Santos

La política económica del presidente Santos se inspira en parte en el pensamiento de Domingo Cavallo, el principal responsable de la peor crisis que viviera Argentina en los últimos años.

Domingo Felipe Cavallo, es recordado por dos decisiones que se adoptaron mientras fungía como ministro de Hacienda de su país: Por la política de convertibilidad, que puso el peso argentino a la par del dólar durante el gobierno de Carlos Menem, y por el denominado corralito que sufrieron los argentinos durante el gobierno de Fernando de la Rúa.

Examinar estas dos decisiones nos permite avizorar los resultados que se pueden alcanzar mediante la aplicación de tal fuente conceptual. La Ley de Convertibilidad, que entro en vigor en 1991, prohibía la emisión de moneda que no estuviera respaldada en divisas y establecía una relación cambiaria equivalente a un dólar por diez mil australes, los cuales finalmente serían reemplazados por una nueva moneda, el Peso Convertible, de valor fijo de un dólar. Esta Ley, que estuvo vigente durante diez años, contribuyó a reducir considerablemente la hiperinflación que carcomía el bolsillo de los argentinos, pero generó tal explosión de importaciones que llevó la balanza comercial al déficit, puso en apuros la industria nacional y prácticamente triplicó la tasa de desempleo, al tiempo que la imposibilidad de emitir moneda si no se contaba con reservas marginales por igual valor hizo elevar considerablemente la deuda externa.

En cuanto al llamado corralito, este ocurrió en diciembre de 2001, es decir, a diez años de haber entrado en vigencia la Ley de Convertibilidad, y fue la más drástica restricción a la libre disposición de saldos en cuentas corrientes y de ahorro. Su supuesto fin era el de procurar el mayor uso de los medios de pago electrónicos y, de contera, estimular a la población en el mayor uso del sistema bancario. En verdad, lo que se quiso fue reducir la evasión de impuestos que había provocado la reciente reforma tributaria e impedir la salida masiva de dineros del sistema bancario, dado el riesgo existente de que se generara un pánico financiero ante la decisión del Gobierno nacional de entrar en cesación de pagos dado su elevado déficit fiscal.

Conocidas estas frustrantes consecuencias que provocaron las políticas lideradas por Domingo Cavallo a través de la Ley de Convertibilidad y de la restricción bancaria o corralito, el gobierno de Santos debería mirar hacia otras latitudes, aunque seria más apropiado hacerle tal recomendación a nuestro pueblo, pues en últimas es él el que debe buscar como constituyente primario cuáles son las alternativas que más le convienen. Entre ellas descuella con singular importancia el Polo Democrático Alternativo.

Credito
RODRIGO LÓPEZ OVIEDO

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