Los retos del proceso de paz
El presidente Santos acaba de efectuar el acto político más audaz de su gobierno, y quizás de su vida. Explorar un diálogo con las FARC significa romper conceptualmente (al menos en materia de orden público) con Uribe, tomar vuelo propio, sin tutores. Es una apuesta muy arriesgada que si sale mal (y puede salir mal) daría al traste con su relección.