¿Los nuevos Nule?

Curiosamente y para mala fortuna de los ibaguereños, las obras de Cesar, pese a la tardanza y a las ocho prórrogas hechas, ya están a punto de culminarse, mientras que los escenarios de los ibaguereños siguen en veremos.

E desfalco de los Juegos Nacionales en Ibagué ha dado para todo. Graduó delincuentes que en el pasado eran políticos, sacó lo peor de la clase dirigente ibaguereña, y permitió que contratistas y supuestos empresarios, engrosaran sus bolsillos por cuenta de la gran estafa que nos hicieron a cambio de nada, de escombros, de incumplimientos, de los que no nos cansaremos de recordar y lamentar.

La firma Vera Construcciones justamente fue una de las grandes beneficiadas de la “construcción” de los escenarios que debían tener los ibaguereños para los Juegos de 2015. Al tiempo de que tenía la responsabilidad de la construcción de espacios importantes como el coliseo de la 42 y el Parque Deportivo, casi en simultánea, y de la misma forma que venían trabajando en Ibagué; se comprometieron con dos grandes obras en el departamento del Cesar y la construcción de una vía entre Córdoba y Sucre, entre otras.

Pese a que las tres obras al tiempo demandaban de una gran capacidad de trabajo con el fin de que las mismas quedaran en óptimas condiciones, en las dos primeras, es decir Ibagué y Cesar, los incumplimientos no se hicieron esperar, mientras que la vía que tenían a cargo, hoy no se sabe cuándo pueda ser terminada.

Según el Contralor Delegado para el Sector Social, José Soto Murgas, es inadmisible que dicha firma, haya aceptado encargarse de las obras en Ibagué, a sabiendas de que le iba a quedar grande, por cuenta de los otros compromisos en otras partes del país, tal y como ocurriera con los primos Nule en Bogotá, quienes terminaron metidos en una red de corrupción y amaño de licitaciones, cosa que aún falta aclarar con Vera Construcciones, Typsa, y Benjamín Herrera, aunque de los españoles, ya sabemos como actuaron.

Uno de los interrogantes planteados por Soto, y que desde aquí compartimos, es que a cuenta de qué, o con qué méritos, dichas firmas, y que en su historial tienen malos comportamientos, e incumplimientos en su labor, hayan sido los encargados de obras de gran importancia, como lo representara también la sede de la Universidad Nacional en la Paz, Cesar y que, de 38 mil millones, los costos ascendieron a 56 mil. ¿Cómo carajos los traen? ¿Cómo logran ganar pese a las insuficiencias de sus trabajos? Al parecer todo muy bien orquestado.

Curiosamente y para mala fortuna de los ibaguereños, las obras de Cesar, pese a la tardanza y a las ocho prórrogas hechas, ya están a punto de culminarse, mientras que los escenarios de los ibaguereños siguen en veremos, y lo que es peor, en la incertidumbre de si los dineros van a regresar para levantar de las ruinas, la piscina, la cancha, y el mítico parque deportivo del cual no queda sino el recuerdo.

¿Por cuánto tiempo estaremos condenados los ibaguereños al amaño de los políticos de turno con sus contratistas foráneos que vienen a “construir” como con ladrillos hechos de galleta, mientras se llevan un dineral?.

REDACCIÓN EDITORIAL

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