En el Macondo creado por Gabriel García Márquez cualquier cosa podía pasar, al igual que en Colombia, en donde ya nada parece sorprendernos. Luego de la captura del excomandante guerrillero ‘Jesús Santrich’, a quien se le acusó de seguir traficando luego de que las Farc firmaran la paz con el Gobierno, se conoció la red de avispados que se venía tejiendo alrededor de los exguerrilleros, y en torno al proceso de paz, especialmente a los recursos del posconflicto.
Según el Fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez, la captura de Marlon Marín, sobrino de ‘Iván Márquez’, y quien fue apresado junto a ‘Santrich’, ha permitido revelar detalles de cómo se estarían utilizando aquellas influencias por parte de las Farc, para beneficiar a terceros con jugosos contratos en el marco del posconflicto.
Unas 12 personas estarían identificadas por parte de las autoridades colombianas, quienes estarían cobrando coimas hasta del 12% con el fin de interceder en contratos y proyectos para los desmovilizados, a través de la Agencia de Desarrollo Rural y el DNP.
Además de esos cuestionamientos, específicamente en proyectos, también hay dudas sobre el presupuesto destinado a la Justicia Especial para la paz, el cual hasta el momento ha ejecutado unos 4 mil 700 millones de dólares, y en donde se ha sabido que desde allí se han contratado un gran número de asesores y consultores, quizás sin requerirse, a través de Pnud y la OIM. Es decir, los aviones que buscan sacar tajada, están de lado y lado.
Aunque para defensores de la exguerrilla y los mismos excomandantes, resulte difícil decirlo y reconocerlo, y aunque el Gobierno nacional haya incumplido con algunos puntos a lo largo del proceso, en efecto las Farc también lo han hecho, y además de la captura y posible extradición de ‘Santrich’, los posibles vínculos del mismo ‘Iván Márquez’, a través de su sobrino, y quien ahora está colaborando con el Gobierno estadounidense, lo confirman.
Hoy es necesario que la Fiscalía en conjunto con las autoridades estadounidenses, a quienes ya se les volvió costumbre solucionar los problemas que, en Colombia la Fiscalía no puede, permitan esclarecer las responsabilidades tanto de ‘Santrich’, quien está en espera de extradición, así como de ‘Iván Márquez’, y de otros guerrilleros que pudieran estar inmersos en aquella maraña.
126 billones de pesos es la cantidad del Fondo Colombia, creado para salvaguardar y velar por la buena ejecución de los mismos al menos durante los próximos 15 años, y de los que no solo el país, sino otras naciones que le aportaron a Colombia, esperan sean invertidos en quienes más lo necesitan, en quienes han sufrido la guerra durante décadas, y no en los amigos, primos y tíos de los excomandantes, ni mucho menos en corbatas, auspiciadas por políticos. Ojalá que no se roben nunca la esperanza de creer en un país que puede superarse. Para verdades el tiempo.
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