Contar la historia para que no se repita

Según un informe de la Fiscalía General de la Nación, en los últimos 12 años, se han encontrado unas 9.000 personas, asesinadas en su mayoría por los grupos paramilitares, pero todavía faltan por encontrar muchos más, así como también esclarecer la ubicación de niños reclutados por la guerrilla.

El pasado jueves tomaron posesión ante el presidente Santos, las personas que integrarán la Comisión de la Verdad, en el marco del proceso de paz con las Farc. En la lista aparecen cinco mujeres y seis hombres, que tendrán a su cargo, uno de los puntos más importantes en medio de la superación del conflicto en Colombia: encontrar la verdad de todo lo ocurrido, aunque aquello, desde ya incomode y vaya a incomodar a muchos en el futuro.

El sacerdote Francisco de Roux, el médico Saúl Alonso Franco, la líder social Lucía Victoria González, y el reconocido escritor Alfredo Molano, entre otros destacados personajes, hacen parte de dicha comisión, que, entre sus funciones, tendrá reconocer mayoritariamente a las víctimas, y trabajar porque las mismas, y sus familiares, tengan acceso a información desconocida, victimarios directos, entre otras cosas que permitan un mayor esclarecimiento de lo acontecido.

Una de las tareas más importantes de la Comisión, y que trabajará durante tres años a lo largo y ancho del territorio nacional, será unir esfuerzos con la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas, que también hace parte del Sistema Integral de Verdad, Justicia y Reparación del Acuerdo de La Habana; justamente para encontrar los restos de miles de personas que murieron en el marco del conflicto armado en Colombia, y quienes aún son reportados como desaparecidos, sin que sus familias tengan certeza de lo ocurrido con ellos.

Según un informe de la Fiscalía General de la Nación, en los últimos 12 años, se han encontrado unas 9.000 personas, asesinadas en su mayoría por los grupos paramilitares, pero todavía faltan por encontrar muchos más, así como también esclarecer la ubicación de niños reclutados por la guerrilla, y que hoy en día no se sabe qué ocurrió con ellos.

Precisamente uno de los puntos a defender del proceso de rendición de las autodefensas en el gobierno de Álvaro Uribe, fueron las audiencias de verdad en el marco de la Ley de Justicia y Paz, que, aunque dolorosas y crudas, les permitieron a las víctimas, preguntarles cara a cara a jefes paramilitares como alias HH, la ubicación de las fosas comunes, los motivos de muerte, entre muchas otros factores. Aquello puede verse en el documental Impunity de Hollman Morris.

Sin embargo, y a diferencia de ese proceso con los paras, quienes cuando empezaron a cantar, fueron extraditados misteriosamente, que la guerrilla de las Farc, se encuentre distribuida en algunas zonas de reintegración, así como que sus excomandantes hoy sean personajes públicos que generan opinión; esperamos que con mayor facilidad se sepa todo lo ocurrido, aún con las implicaciones que eso tiene. Las Farc han entregado armas, han pedido perdón, pero aún hace falta que nos cuenten (aunque ya lo sepamos) cómo financiaron su guerra, quién los ayudó, qué círculos de poder estatal lograron penetrar, entre muchos otros asuntos, pero principalmente, elementos que permitan a las víctimas encontrar algo de “tranquilidad” al menos pudiendo enterrar los restos de su familiar desaparecido.

REDACCIÓN EDITORIAL

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