No son pocos los desafíos que deberá enfrentar el nuevo secretario de Movilidad de Ibagué, Ricardo Fabián Rodríguez Lozano.
Desde hace meses el tránsito por las calles ibaguereñas está trastornado y las razones son múltiples: el aumento incontenible de carros y motos (el parque automotor supera los 200.000 vehículos), los daños en los semáforos en importantes intersecciones, la falta de señalización, el escaso número de agentes de tránsito y la indisciplina de los conductores que no respetan las normas de tránsito y que se tomaron las calles como parqueaderos.
Por eso, el desafío inicial será el de organizar una ciudad caótica y esto se logra con el mantenimiento a la red semafórica, la presencia de suficientes de agentes de tránsito para que retomen el control y, de modo urgente, el desarrollo de campañas de educación vial, acompañadas de sanciones para los conductores que sean reacios a acatar la ley.
La Secretaría tiene, además, las funciones de efectuar los trámites de pago de comparendos, traspaso de vehículos, entregas de licencias de conducción y matrículas de nuevos carros, actividades que de tanto en tanto se paralizan y afectan a propietarios y concesionarios, por lo cual habrá que garantizar la continuidad y eficiencia de estos servicios. Al mismo tiempo, tendrá que erradicar el imperio que han establecido los tramitadores y que impiden que las personas del común puedan realizar con agilidad sus trámites.
Otro de los problemas que deberá enfrentar es el que se denuncia en voz baja y que tiene que ver con las actuaciones (que aumentan en esta época) de algunos agentes de tránsito, que se dedican a “pescar” infractores para tratar de llegar a “acuerdos” en el sitio, en lugar de imponer comparendos, en lo que popularmente se conoce como “cuadrar la Navidad” o más, directamente, la ominosa “mordida”. El secretario ha de estar atento a las quejas ciudadanas y pedir que las autoridades competentes intervengan para sancionar a los inescrupulosos.
Son entonces delicadas y urgentes las tareas que deberá abordar el jefe de la cartera de Movilidad. La ciudadanía está expectante y necesitada de un timonel en esta dependencia, una de las más importantes, ya que interviene en la vida diaria que transcurre en las calles.
Seguramente, el tiempo que le resta a la administración actual (un año) no será suficiente para solucionar los innumerables problemas de movilidad que padece Ibagué. Sin embargo, la necesidad más perentoria es que los ciudadanos recuperan la confianza en las instituciones, y ese es el más grande reto que ha de encarar el recién posesionado funcionario.
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