¿Tendrá reversa la autorización para el relleno La Miel?

El pasado 26 de enero, por medio de la Resolución 131, Cortolima autorizó la modificación de la licencia ambiental para la utilización por 17 años más del relleno sanitario La Miel.

Los residentes en la hacienda La Miel, donde funciona el relleno y que ahora están parcelando el predio para construir casas de recreo, no se sienten conformes con la decisión del ente ambiental y solicitaron la realización de una audiencia pública, que debería haberse cumplido el pasado miércoles, pero que fue impedida por algunos de los miembros de la comunidad que no permitieron en el ingreso de los funcionarios al sitio de la reunión. En vista de la situación, Cortolima canceló el encuentro y decidió llevar a cabo una mesa técnica el próximo 26 de agosto.

  La comunidad no está de acuerdo con que se haya extendido la vida útil del relleno, porque aseguran que Interaseo no procesa de manera apropiada los desechos; no hace reciclaje, está contaminando el acuífero de Ibagué y hay malos olores; todo esto ocasiona afectaciones a la salud de los habitantes del sector. Además, los líderes comunitarios sostienen allí no hay tal “Parque industrial de residuos sólidos”, sino que se trata de un botadero a cielo abierto que perjudica el entorno. 

Por eso, solicitan que se busque otro lugar para depositar las basuras de Ibagué y los municipios de Alvarado, Anzoátegui, Cajamarca, Lérida, Rovira, San Luis, Valle de San Juan y Venadillo, y se autorice una licencia temporal, mientras se consigue el nuevo predio.

En 2004 comenzó la operación del relleno y desde entonces ha sido una fuente permanente de discrepancias entre los habitantes de La Miel, la Alcaldía y las autoridades ambientales. Las protestas y los cierres de la vía de ingreso se convirtieron en el mecanismo de presión para ser escuchados.

Cortolima expuso en su resolución los argumentos técnicos para dar vía libre a Interaseo para que continúe la operación del relleno en La Miel por 17 años más. Para aquellos que se oponen no será fácil lograr que la Corporación reverse su decisión. Tampoco es sencillo para la Alcaldía de Ibagué encontrar un lugar apto para esta operación y menos en corto tiempo. Lo mejor sería que las autoridades ambientales se hagan cargo de vigilar el cumplimiento de lo estipulado en la licencia, que se garantice la salud de los vecinos y que el funcionamiento del relleno no contamine.

 

EL NUEVO DÍA

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