En Ibagué, la población ocupada fue 40,4%, la tasa de subocupación, 5,5%, y la tasa de desocupación fue de 15,7%, que representa un aumento de 0,8 puntos con respecto al trimestre abril-junio, cuando fue de 14,9%. Los primeros meses del año fueron prometedores, pues la ciudad salió del segundo lugar en desempleo que ocupó por muchos años, pero ahora volvió los primeros puestos en la tasa de desocupación.
Lastimosamente, Ibagué no ha logrado enrutarse por el sendero de mejorar su productividad, ya que no ha sido fácil impulsar actividades como la construcción o la industria. Los sectores que más generaron empleo para los 194.000 ocupados en el trimestre mayo-julio fueron Comercio y reparación de vehículos (45.000); Administración pública, defensa, educación y salud (32.000) y Actividades profesionales, científicas, técnicas y servicios administrativos (21.000). Más abajo se encuentran Industrias manufactureras, con 18.000 empleos, y la construcción, con 17.000 puestos.
Es inquietante el número de personas que están fuera de la fuerza de trabajo (188.000). De ellos 111.000 se dedican a los oficios del hogar; 41.000 se encuentran estudiando y 37.000 no realizan ninguna actividad. Otro de los problemas son la informalidad, que llega al 49,5%, y el desempleo juvenil, que alcanza el 22,8%.
Las medidas para incrementar el empleo no están funcionando. Tampoco han sido suficientes los eventos culturales y deportivos que se han desarrollado con éxito, pero que no alcanzan para crear trabajos formales y permanentes.
Por ahora, las esperanzas se centran en aprobación del proyecto de ley que presentó al Congreso el senador tolimense Miguel Barreto el pasado 13 de agosto, y que tiene por objeto incluir a Ibagué en el régimen de tributación especial de la Zona Económica y Social Especial (ZESE). Así mismo, es imperioso poner en práctica las tareas que dejó el reciente Encuentro de Tolimenses, como implementar la innovación en los campos productivo y educativo; invertir en la formación de capital humano, masificar el manejo de las TIC y trabajar aplicadamente en la Agencia de Promoción de Inversiones (API).
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