Contribuyen a mejorar el bienestar y la salud de los habitantes, mejoran la economía y la productividad, valorizan los predios y hacen más amable el diario vivir. Por el contrario, una ciudad con espacios reducidos y poco amigables entorpece las actividades cotidianas, impide la libre locomoción, aumenta el estrés de los individuos y los vuelve agresivos.
En Ibagué existen muchas formas de ocupación del espacio público que están deteriorando la calidad de vida de los ibaguereños: las ventas ambulantes, en especial en el centro; en los barrios y avenidas, la ocupación por parte de los comerciantes con mesas, sillas, avisos y estantes para exhibir sus productos; la invasión de los andenes por parte de talleres de motos y carros, y de vehículos que los usan como parqueadero.
A esto se suma que muchos ciudadanos hacen ampliaciones de sus viviendas o sus negocios e invaden los antejardines que son espacios públicos; en algunos edificios de la ciudad se cumple con la norma de dejar lugares para parqueo de visitantes, pero estas zonas son cerradas con cadenas que impiden que puedan cumlir la función, por lo cual, en la práctica, se convierten en privadas. Otro tanto sucede con las cesiones para zonas verdes que son encerradas con rejas o son ocupadas de forma irregular, con el argumento de proteger la seguridad de los vecinos.
En las últimas semanas, la Dirección de Justicia y Orden Público de la Alcaldía ha llevado a cabo operativos de control. Durante uno de ellos, selló una construccion en la séptima etapa del Jordán, por violar las normas de contrucción y no respetar las áreas de cesión que pertenecen a la comunidad. En el segundo caso, en cumplimiento de un fallo, recuperó más 1.903 metros cuadrados de un área pública que no había sido cedida al municipio, entre los barrios Yacaira y Alameda.
Recobrar los lugares que les pertenecen a los ciudadanos no es una labor menor, más aún con la gran cantidad de procesos que se deben iniciar y los lugares por visitar. Sin embargo, es necesario que la Alcaldía continúe esta gestión de control, en la que debe incluir un fuerte componente de educación ciudadana y concientización sobre el respeto de lo público.
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