La razón es el incumplimiento de la misma en el pago de sus honorarios, que al principio, según conoció EL NUEVO DÍA, se había tasado en 200 mil pesos libres de impuestos, según se supo, y que luego se modificó a 188 mil, justificados en descuento de impuestos.

Cabe aclarar que, al decir de algunos músicos, el pago fue acordado en dos plazos: de estos el primero se cumplió los primeros días de enero, tal y como se había estipulado, pero para cancelar el saldo restante ha existido un mes de demora.

Por eso, en un comunicado compartido ayer de manera interna, uno de los integrantes del coro ha expuesto la inconformidad y la posibilidad de “¿trabajar con ellos de nuevo? ¡jamás!”.

Apartes

La inquietud se ha centrado también en la intermediación de la Fundación Orquesta Filarmónica de Ibagué, ya que se siente dilación del proceso desde ambas entidades en los pagos.

“Se estrellan (la Alcaldía) redactando un proyecto o un informe, no se asesoran y lo peor es que ellos son impuntuales e inclumplidos a la hora de atender a quienes ellos subcontratan”, reza.

Y concluye, entre otros apartes, que “la inexperiencia en gestión se vio reflejada en todo; la pobre logística, el desorden, la baja calidad de los refrigerios y la impuntualidad el pago el día sábado”.

Otras salidas

En la comunicación se hace hincapié en que los músicos se han visto obligados a vincularse a corporaciones recientes, en las que dicen tener mayor estabilidad en temas contractuales, con gestión adelantada por sus propios medios.

“Menos mal ya los cantantes líricos y coristas tendremos mejores garantías. Se van a acabar las falsas flores en los medios, los pagos retrasados, los “descuentos de ley” que hacen los vivos de la Secretaría de Cultura... En fin... Todos estos impases se van a acabar”, concluye.

Esta situación se suma a la demora en los pagos a instrumentistas y músicos corales para el concierto del cumpleaños 464 de Ibagué, que la Alcaldía en ese entonces contrató con la cuestionada corporación Coros del Tolima.